Despedida de amor.

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Mimi se encontraba en la oscuridad, escuchaba un grito a lo lejos, ¿Era la voz de Yamato? ¿Por qué no lo veía? ¿Porqué lo escuchaba cada vez más lejos?

La pelirosada corría por un gran camino oscuro, trataba de encontrar la luz a toda forma y más cuando escuchaba la voz de su mayor.

Pero apareció en un hospital, veía a Yamato llorando en el suelo y corrió hasta donde estaba él, trataba de contenerlo pero sus manos traspasaban su cuerpo.

- ¡Yamato-san! ¿Que te pasó?

- Me quiero morir. -Dijo Yamato entre lágrimas en el suelo.-

- No te escucha. -Comentó Koichi desde atrás de ella.-

- Koichi-san. -Dijo Mimi volteándose a ver y notó que estaba de la misma forma que ella.- ¿Por qué no nos escucha?

- Hemos muerto los dos. -Dijo Koichi apenas.- Creo que, si no hubiera intervenido tanto, esto no hubiese pasado.

- ¿Cómo? ¿Que nos pasó? ¿Cómo morimos?

Mimi despertó de una vez, estaba agitada y con sus ojos llorosos. Yamato al sentir despertar tan repentinamente a Mimi, la abrazó con preocupación y más porque sospechaba que había tenido una pesadilla.

- Sólo fue un mal sueño. -Dijo Yamato abrazando con suavidad a Mimi.-

- Demasiado horrible el sueño. -Mencionó Mimi quebrándose en llanto, para así acurrucarse en el rubio.- T-Tengo miedo, ¿Y si realmente pasa algo malo?

- No va a suceder, sólo cosas buenas, ganaremos nuestro concurso de dúo, cuando sea el tiempo indicado seremos novios, siempre y cuando quieras. Y pronto daremos la mejor presentación con la banda, sólo sucederán cosas buenas. -Dijo Yamato quién acariciaba el cabello de Mimi.-

Mimi prefirió quedarse en silencio, quería responder a todo lo que decía, pero temía dañarlo y más porque sería la última vez que estarían juntos de aquella forma.

AL OTRO DÍA...

Mimi despertó primera, viendo como su mayor dormía plácidamente, a lo que sonrió suavemente y se acercó para robar un par de besos en sus labios.

Yamato sonreía embobado, aún dormía, pero aquellos besos le daban mucha felicidad y tranquilidad, por lo que siguió abrazando a Mimi.

- Tenemos ensayo, Yamato-san. -Dijo Mimi mientras le hacía cosquillas para ver si despertaba.-

- ¿Mhh? -Decía apenas Yamato durmiendo.-

- Debes despertar. -Dijo Mimi quién le seguía dando besos en los labios de Yamato.-

Yamato comenzaba a despertar y sólo abrazaba más a Mimi.

- Quiero más. -Dijo Yamato suavemente.-

- ¿Qué quieres? -Cuestionó una curiosa Mimi.-

- Esto. -Dijo Yamato dándole un suave beso en los labios de Mimi.-

Mimi correspondió a su beso lentamente, mientras acariciaba la espalda de su mayor y así cerrando sus párpados para dejarse llevar por este.

- ¡El desayuno está listo chicos! -Dijo Natsuko desde la puerta, a lo que Mimi y Yamato riendo un poco.-

- Ya vamos, muchas gracias. -Dijo Mimi sonriente.-

Rápidamente se levantaron de la cama, para así dirigirse camino al comedor, ya que desayunarían todos juntos y una vez ahí, Mimi se sentó a un lado de Yamato.

Sueño contigo. (MIMATO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora