El vacío.

45 5 0
                                    


Mimi lloraba a más no poder, estaba impresionada por el resultado del test y no hallaba que pensar o hacer.

- ¿Cómo fui tan tonta de no cuidarme? -Cuestionó entre lágrimas.- Sora-san, no le digas a nadie y menos a Yamato-san, por favor. -Dijo entre sollozos.- Iré a Nueva York mañana mismo, no estaré en su cumpleaños, pero evitaré algo que nos dañará más ambos.

- Pero esta decisión debes tomarla con él, ambos son responsables, no solamente tú. -Confesó Sora quién acariciaba su espalda.-

- Pero es mi cuerpo y yo no quiero a ese bebé. -Confesó Mimi entre lágrimas.- Por favor, promete que guardarás el secreto.

- Lo haré, pero prométeme que me dirás cada paso que tomarás y que al menos le dirás a Koichi-san, porque estás comenzando a salir con él.

- Se lo diré, llamaré a Mime para avisarle que viajaré y allá le lanzaré la bomba, él es el único que me puede salvar. -Mencionó una nerviosa Mimi, escuchando la campana de clases.- Tengo examen, nos vemos después.

Mimi se lavó la cara producto que había llorado mucho, agradecía de cierta forma de no estar maquillada ese día y así corrió hasta su salón. La castaña había llegado justo a tiempo, Koichi miraba extrañado a Mimi porque se notaba que había llorado y una vez se sentó a su lado, se acercó para hablar bajo.

- ¿Lloraste? ¿Qué te hizo él? Te lo juro que se las verá conmigo. -Mencionó un preocupado Koichi.-

- Te contaré después, es algo delicado y tranquila él no me dijo nada. -Confesó apenas Mimi.-

Por su lado Sora entraba un tanto atrasada al salón, Yamato estaba extrañado porque las vio irse con Mimi desde muy temprano a la preparatoria y así se acercó.

- ¿Mimi-san está bien? Necesito hablar con ella urgente. -Dijo un preocupado Yamato.-

- Sigue enferma, no creo que quiera hablar contigo. -Confesó Sora apenas.-

- Por favor, Sora-san ayúdame hablar con ella, de verdad este tema es delicado. -Insistió el rubio mirando fijamente a la pelirroja.-

- ¿Qué tan delicado es? -Cuestionó una curiosa Sora.-

- ¡Ishida! ¡Takenouchi! Silencio. -Dijo el maestro.-

- Lo siento. -Dijeron al unísono haciendo una reverencia.-

Pasaban las horas, en el curso de Mimi habían logrado realizar el examen y producto de eso terminaron antes de lo previsto, a lo que Mimi llevó a Koichi hasta la azotea para conversar en privacidad.

- Koichi-san, sé que quizás como tomes esto, si bien o mal, pero no quiero que le cuentes a nadie, ¿Sí?

- Lo prometo, recuerda que siempre estaré para ti.

Mimi sacó su test de embarazo, entregándoselo a Koichi y este lo miró con impresión, seguido que miró a Mimi. La castaña estaba en el borde de las lágrimas y sólo cubrió su cara con ambas manos, ya que no sabía cómo podía hablar de ese tema.

- ¿Te lo realizaste hoy?

- Sí, por eso no sabía si decirte o no, estoy embarazada de Yamato-san. -Confesó Mimi apenas.- Quiero interrumpir mi embarazo, mañana viajaré a Nueva York para que mi hermano me ayude y sé que es difícil decisión, pero no quiero traer un bebé que su padre pueda hacerse el desentendido, alguien que está con otra persona. Quizás luego de esto, no quieras estar conmigo y lo comprendo, pero no podía ocultarte esto.

Sueño contigo. (MIMATO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora