-𝟭𝟲- 𝗔𝗱𝗶ó𝘀

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Nota: Buenas chicos, primero que nada, ya saben, les recomiendo seguir y apoyar a mi amiga en su cuenta de TikTok (@PearNashi), su arte es precioso y ella también tiene muchas ganas de regresar, lastimosamente esta pasando por muchas complicaciones en su vida, pero sé que logrará salir adelante, y críname que ella se sentiría muy feliz si la apoyaran.

Por otro lado, si, este es el final, quisiera dedicarles unas palabras pero mejor me reservo eso para unas últimas notas, solo quería decirles, que aquellos que han leído esto desde el inicio, incluso si no son muchos, de verdad, de verdad muchas gracias, estoy eternamente en deuda con ustedes, me han motivado a mucho, y, si realmente les gustó mi trabajo, les prometo traer más, no de esta historia en específico, pero si más historias mías, algunas con estos personajes, otras que no, pero de eso detallaré ya en las notas finales.

Por su atención muchas gracias.


Habían pasado ya dos horas desde que el viejo peliblanco había despertado de su coma tras el incidente, encerrado en sus pensamientos, por su cabeza no paraban de saltar recuerdos que lo hacían reflexionar más en profundidad sobre sí mismo, desde aquellos momentos en el fatídico accidente, hasta cada detalle de su vida y obra hasta el momento, como sus años más recientes criando a sus hijos, su relación con su esposa, esos momentos escasos y difusos con su padre, su trabajo, su vida escolar, sus amores, sus decepciones, sus penurias, y sus dolores. Nunca antes había estado tan cerca de morir, y eso es un golpe del que difícilmente cualquiera pueda recuperarse.

Cada recuerdo ponía al viejo reflexivo, aunque uno en particular no paraba de repetirse en su cabeza como una especie de bucle, se remontaba a una época lejana, Colette apenas era un bebe la cual pasaba la mayor parte del tiempo dormida, especialmente aquellas noches donde recibía el regocijante y pacifico arrullo de su madre, quien cantaba una canción a la pequeña peliblanca antes de dormir. Byron observaba la escena, con tanta conmoción que sus ojos se notaban llorosos, casi de tinte cristalino, pero igual formaba una gran sonrisa, maravillada con la belleza que estaba presenciando.

Cuando su esposa termino de arrullar a la pequeña, y se volteó para dejar la habitación, Byron le regalo una mirada a su amada que, parecía indicar, tenían cosas que hablar. Era una noche lluviosa, Byron incluso preparo un poco de café para aclimatar el ambiente, estaban reunidos en la sala del hogar, la llovizna creciente de tan nublada noche no parecía cesar, lo que, de algún modo, solo calmaba más el ambiente para esos dos, quienes se miraban con ternura, pero seriedad a la vez.

Byron se sentó frente a su esposa, quien, maravillado, tenían sus ojos enternecidos, tal como la primera vez que lo vio. El silencio solo se interrumpía cada tanto por los violentos intervalos de agua y truenos allá en el cielo, hasta que, entonces, Byron se dispuso a dar la primera palabra.

-Sabes, cada que te miro recuerdo el día en que nos conocimos, el profesor estaba explicando un montón de cosas que yo ya sabía, y, ni siquiera había recordado llevar el lápiz ese día –dijo Byron entre risas- así que, mejor observaba entre los asientos si encontraba algo más interesante, y wow, ¿qué me encontré a tan solo dos asientos delante de mí?

- "A la chica más bella y linda que tus ojos mortales podrían haber visto alguna vez" Jejeje, siempre me cuentas esa historia.

-Luego nos conocimos en el campus, parecías encantada con mí, ehm, peculiar forma de expresar las cosas.

- ¿Peculiar? Hablabas como un payaso.

- ¡Y eso te encantaba!

-Yo eso nunca lo negué –respondió su esposa de forma pícara, con una mirada que igualmente le traía recuerdos al peliblanco, aunque de una índole más, carnal.

𝙊𝙪𝙧 𝙗𝙚𝙩𝙩𝙚𝙧 𝙙𝙖𝙮𝙨 (𝙀𝙙𝙜𝙖𝙧𝙭𝙀𝙢𝙯)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora