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Se sembraba una nueva época del año, la gente reía, se alegraba y relajaba. La nieve caía y el viento resoplaba. Y a tan solo unos metros de su institución, un joven de pelo negro golpeaba y descargaba toda su fuerza contra un árbol, cubierto de nieve y con apenas un abrigo y una bufanda para defenderse del frío, Edgar había estado entrenando y entrenando desde la madrugada, quería practicar sus golpes, quería estar listo. Iba a darle una golpiza a ese estúpido pájaro, o eso tenía en mente al menos. Estaba decidido, pero eso no quitaba que tenía miedo, ya anteriormente se había peleado, pero, sabe reconocer cuando alguien puede romperle el culo. Y es que, ciertamente, el entrenamiento previo a ese día no había salido muy bien.

-3 días antes-

Edgar golpeaba y azotaba toda su fuerza contra un saco de boxeo, apenas lograba moverlo, era delgado, era-

- ¡Debilucho! ¡¿A eso le llamas golpear?! ¡Pareces un mariquita, anda, CON MÁS FUERZA!

Edgar se esforzaba, sudaba, con cada golpe se esmeraba en concentrar toda su fuerza, se estaba cansando, pero debía continuar.

- ¡Vamos, vamos! Ni siquiera me has empujado, eres patético, ¡golpéala contra mí, hazlo si eres un hombre!

Bibi había estado trabajando como la "entrenadora" de Edgar por unos días en el gimnasio, esta lo ponía a prueba a cada rato y constantemente lo "motivaba" (o al menos eso creía ella).

- ¡Vamos idiota, tú puedes, VAMOS! –Edgar seguía golpeando, jadeaba, movió el saco un poco hacia Bibi, pero no fue suficiente- ¡Aggghhh, dios! –Bibi entonces se cansó, por lo que optó por dar un puñetazo tan duro que el saco golpeó a Edgar fuertemente en el estómago.

- ¡Auh! Eso- e-esa mierda.... Realmente dolió –cayó Edgar, retorciéndose de dolor en pose fetal.

-Dios, de verdad eres patético.

-Jajajajaja, ¿se están divirtiendo chicos? –de pronto una voz dulce y carismática se asomó por el gimnasio.

- ¡AH- ¡Ah- ¡SI, SI! Este tan solo es el calentamiento –se levantó Edgar, ansioso y claramente inseguro.

-Jajaja, eres un tonto, ¿todo listo para destrozar al cuervo? –preguntaba Emz.

-Claro que sí, tan solo mira esto –Edgar levantaba sus dos brazos bien enmarcándolos, tenía un poco de músculo, no se podía negar, pero era bastante pequeño, más pequeño que el de Bibi.

-No claro que no, a este cabeza de zorrillo lo van hacer mierda.

- ¡OYE!

-Jajaja, a veces te pasas, ¡oh, pero vamos no está tan mal! Solo necesita un poco de.... Ehmmm –Emz se quedaba pensando, mirando a Edgar tratando de analizar, de qué manera humanamente posible Edgar podría salir vivo de la pelea sin necesidad de su ayuda- Ehmmmm, oye Edd, ¿seguro que no necesitas mi ayuda?

Eso desalentó bastante a Edgar, pero mantuvo la postura. –Ya te lo dije, tengo que hacer esto solo, no quiero arrastrarlas a nada de esto, es mi problema y yo lo debo de resolver.

-Bueno si, pero.... No lo sé, solo, me da miedo que salgas lastimado.

- ¡Por favor la primera vez fue solo suerte suya! Yo sé lo que es pelear, él no sabe lo que le espera.

-Ehhh, bueno, si sabes pelear, con estudiantes estúpidos, no con ex-

- ¡EMZ! –interrumpió Bibi más que molesta.

-Agh, creo que es momento de decirle Bibi –respondió seria, y con una mirada tensa.

-Ahh.... Bueno.

𝙊𝙪𝙧 𝙗𝙚𝙩𝙩𝙚𝙧 𝙙𝙖𝙮𝙨 (𝙀𝙙𝙜𝙖𝙧𝙭𝙀𝙢𝙯)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora