Colette estaba en su cuarto, alegre e inocente jugando con sus múltiples peluches de Spike, un personaje de caricatura que se trataba de un cactus humanoide viviente y de proporciones un tanto rechonchas. Había tantos que prácticamente tenía montañas de los mismos en su cuarto, la Colette disfrutaba de surfear en ellos a la par de dibujar todo tipo de historias que rodeaban su cabeza mientras veía televisión, es lo que solía hacer en su tiempo libre, y así continuo pacíficamente hasta que el ruido de la puerta de su cuarto abriéndose y azotándose irrumpiría en su cabeza.
Aquel azote fue más que suficiente para derrumbar una de las montañas de Spikes en las que Colette se encontraba sentada plácidamente dibujando, esta habría estado asustada por la caída, de no ser porque disfrutaba tanto el acompañamiento y presencia de su "espinoso y pequeño amigo" que el solo tenerlo cerca, evitaba que se pusiera de mal humor de cualquier manera.
Colette ni siquiera necesito caer hasta el fondo de su laguna de spikes para saber muy bien que el causante de tanto estruendo y que decidió irrumpir en su espacio, era su hermano, no estaba acostumbrada a que este la visitara en su cuarto, o requiriera de su presencia en general, sin embargo, no existe nadie mejor para identificar la ira del desadaptado Edgar que su hermana.
- ¡Colette! ¡Necesito- ¿Dónde estás?
- ¡HOLA HERMANO! –soltó la peliblanca asomándose de entre el mar de Spikes como si de un animal se tratase, lo cual, provoco un gran susto al emo haciéndolo saltar como si fuera la presa de un carnívoro.
-Agh, oye, ¿Qué te dije de- No importa, necesito, ¡necesito hablar contigo!
- ¡¿Conmigo?! ¿Porqué? –se podían ver destellos de asombro y felicidad en los ojos de la joven pálida.
-Porque, hoy- Hoy no tuve un buen día.
- ¡Oh rayos! ¿quieres un chocolate?
-Colette no estoy de humor para un poco de azúcar- ¿De dónde lo sacaste? –cuestiono sorprendido tras ver como la peliblanca le ofrecía un vaso caliente desde la mano.
-Pues de abajo, ¡duh!
-Pero- aba- Mira no importa, necesito a alguien para hablar sobre mi día.
- ¿Tan mal te fue?
- ¡FUE UNA MIERDA!
-Oh vamos Edgar, ya has cumplido un mes en esa escuela, no me digas que ya vas a empezar de amargoso.
-No estaría tan así si no fuera por- ¡AGGGHR! –suspiro- okay, deja me calmo, que buen chocolate por dios –se tomó un pequeño sorbo que calmo un poco sus humos- deja empiezo por el principio.
- ¡¿ME VAS A CONTAR UNA HISTORIA?! –de pronto invadía la cara de su hermano con una gran sonrisa.
-S-sí, Colette, ¿Cuándo fue la última vez que te lavaste los dientes?
-Ayer –de pronto un recuerdo de la noche pasada cruzo la mente del pelinegro, que remitía a un momento en el que se quedaba observando bastante perturbado, a su hermana comiendo pasta dental mientras veía televisión.
-Est-está bien, como iba diciendo- ¡Colette no hagas sonidos de arpa!
-Lo siento.
-Gracias, ahora si, como iba diciendo...
Esta mañana todo parecía estar bien, el cielo estaba nublado y no veía al estúpido cuervo asomándose por ahí, ¡ja! Asumo que me tuvo miedo desde la última vez, o bueno, le tuvo miedo a Emz. La chica más bella y fuerte de todo el sitio. Quien además me acompañó desde que salimos de casa a nuestro instituto.
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𝙊𝙪𝙧 𝙗𝙚𝙩𝙩𝙚𝙧 𝙙𝙖𝙮𝙨 (𝙀𝙙𝙜𝙖𝙧𝙭𝙀𝙢𝙯)
FanfictionSe trata de un universo alterno basado en el videojuego Brawl Stars, en donde sus personajes, mundo y demás es uno más cercano a nuestra realidad, la historia se centra en Edgar, un chico de 15 años recién ingresado a la aclamada escuela preparator...