Capítulo 19

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Los ojos de _______ se abrieron lentamente, luchando contra la bruma que nublaba su mente. Todo a su alrededor era un mar de blanco pálido, tan desolador como un paisaje invernal. Sin embargo, de la nada, unas siluetas comenzaron a tomar forma ante ella. Pronto, las figuras se aclararon, eran Hua Cheng y Xie Lian.

Hua Cheng tenía una presencia impresionante e imponente. Mientras, Xie Lian se veía sereno y amigable. Ambos, con las manos entrelazadas, se acercaban a nuestra protagonista. _______ se preguntó cómo y por qué había llegado allí, se notaba que está no era la realidad.

Lo último que recordaba era estar desangrándose, sintiendo un dolor punzante en su costado que la dejó sin aliento. Un escalofrío le recorrió la espalda cuando recordó la intensidad del dolor, tanto que le resultaba difícil creer que estaba de pie.

Xie Lian tomó su mano con gentileza.

– Wei Wuxian te dio una píldora medicinal justo a tiempo, pero tus meridianos sufrieron daños. Es por eso que nos encontramos aquí, en tu subconsciente, buscando un modo de comunicarnos contigo.

Hua Cheng añadió.

– Wei Wuxian causó estragos en la Ciudad Fantasma en su estadía y, en cierta ocasión, trabajó a mi servicio. Por ello, cuando mis mariposas se cruzaron en su camino, supo que algo urgente estaba sucediendo.

La sobrecarga de información amenazaba con abrumar a _______, quien necesitaba tiempo para asimilar toda la información. Conscientes de ello, tanto Hua Cheng como Xie Lian le concedieron un breve respiro, permitiéndole descansar hasta que su mente encontrara cierta estabilidad.

– ¿Y qué ocurrió después?

Preguntó ella con voz temblorosa.

- Lan Wangji dejó vivir a Xue Yang -respondió Hua Cheng con seriedad-. Accedió a brindar información, pero solo después de la reparación del alma de Xiao Xingchen.

_______ soltó un suspiro de alivio. Su herida valdrá la pena.

– No sé cómo logras que todo esto sea cada vez más intrigante.

Hua Cheng le alagó.

– Gege, es hora.

Xie Lian pareció recordar algo importante y tomó la palabra.

– _______, tus heridas fueron graves. Has estado inconsciente durante varios días, pero estás a punto de despertar.

_______ no podía imaginar en su totalidad qué habría ocurrido durante su ausencia. Las palabras de Hua Cheng habían sido vagas, dejando un sinfín de incógnitas suspendidas en el aire.

Mientras tanto, Lan Jia Li se sentía culpable por no haber llegado a tiempo para evitar el estado en el que se encontraba _______. Tras desvanecerse, fue encontrada por Sizhui, quien la ayudó. Él la había seguido cuando la vio salir de la casa de ataúdes. A penas recuperó la conciencia, vio a _______ postrada en cama. Desde entonces, había permanecido a su lado, observando con atención cada cambio en su condición. Tanto Lan Wangji como Lan Sizhui se habían dado cuenta de la estrecha relación entre Jia Li y _______, y habían tratado de tranquilizar a la chica debido a que se le veía muy preocupada y no dejaba de ir al cuarto donde descansaba _______ para revisar si despertaba.

Xue Yang fue paciente. Al estar como una especie de cautivo no tenía mucho que hacer, solo esperar. Song Lan y A-Qing decidieron acompañar al grupo de cultivadores, conscientes de que no podían confiar en Xue Yang para lidiar con los restos del alma de Xiao Xingchen. Wei Wuxian estuvo de acuerdo con su elección, mientras que Wen Ning encontró consuelo en su compañía en los refugios donde se ocultaba.

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