Capítulo 11

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Los chicos nunca habían visto a Xiao Xingchen, pero "Shanghua" era rara y conocida. No sólo era fuerte en poder espiritual, sino también increíblemente complicada. Se había ilustrado como parte de innumerables versiones de catálogos de espadas, razón por la cual todo el mundo la conocía. Si la persona que portaba esa espada no era Xiao Xingchen, entonces, ¿quién era?

– Déjenme averiguar. Yo sé que ese no es Xingchen-gege.

– Qiu...

Uno de los chicos intento explicarle a _______ sobre la ceguera de Xiao Xingchen, pero no pudo. ¿Quién querría darle esa noticia a ella? Sería muy difícil de explicar.

– Xiao Xingchen es ciego.

Logró completar la oración, aquél muchacho.

_______ ya lo sabía, pero ahora tenía que aparentar estar sorprendida o algo pero no se le ocurría nada, solo se quedó quieta. En serio, necesitaba una clase sobre actuación con Xue Yang. Los chicos tomaron esto como que necesitaba un tiempo para poder asimilarlo, algo muy conveniente para ella.

Uno de los muchachos quería comprobar, y mientras todos estaban atentos a _______, extendió una de sus manos hacia los vendajes envueltos alrededor de los ojos de la persona, con la esperanza de quitárselos para poder ver si sus ojos seguían ahí o no. Sin embargo, justo cuando su mano tocó la venda, una expresión de dolor apareció en el rostro de la persona y se inclinó ligeramente hacia atrás, como si temiera que tocaran sus ojos.

Al darse cuenta de su propia rudeza, el chico quitó su mano.

- Lo siento, lo siento... No fue a propósito.

- Está bien.

La actuación de Xue Yang fue impecable, con razón todos le creyeron su farsa, hasta el sonido de su voz era parte de su perfecta actuación. Pero ahora estaba alguien que podría desvelar quien es en realidad.

_______ se dirigió hacia Wei Wuxian, para decirme con voz firme.

- Yo averiguaré el porque esta persona tiene la espada de Xingchen-gege. Confíen en mí.

Después de esas palabras, se dirigió hacia donde estaba Xue Yang. Y con una voz amable le habló.

– Señor, usted esta bajo envenenamiento.

– ¿Es severo?

– Sí, pero supongo que usted tiene el antídoto. Puedo ayudar a buscarlo, si me lo permite.

Xue Yang asintió, siguiendo con su actuación. Rápidamente, encontraron el antídoto, pero _______ quería probar hacer algo.

– Le tengo una propuesta, usted podría guardar esto para otra ocasión. Tenemos un congee de arroz glutinoso, este puede ralentizar el efecto del veneno de cadáveres. ¡Ah! Pero una advertencia, podría no gustarle el sabor. Aunque, para mi fue pasable...

Xue Yang asintió a la idea de _______.

– Shizui, podrías traer un tazón, por favor.

El joven asintió y se dirigió rápidamente a la cocina.

La expresión de Xue Yang quemándose la lengua, sería muy divertida de recordar para _______. Ya estaba imaginando su cara toda roja. Lan Sizhui la saco de sus pensamientos dándole el tazón. _______ le agradeció y volvió a dirigirse a Xue Yang.

- Antes de darle el congee, podría decirme qué hace aquí. Usted,... ¿sabe por qué la Ciudad Yi se volvió de esta manera?

El susodicho negó con la cabeza.

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