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¿Qué está pasando?


Bajaba las escaleras adormilado, viendo y escuchando las risas de mi hermano, papá y mamá en el comedor.

En verdad era extraño oír todo ese escándalo a cierta hora muy temprana. Pero suponía que tenía que estar bien, al fin de cuenta, prefiero despertarme por risas que por gritos molestos.

Al llegar al comedor, la primero que se fijó en mí fue mamá tan sonriente y energética como siempre era. Ryan y papá me veían esperando caminar hacia ellos. Miré fijamente a Ryan, el cual, me veía igual de feliz como los otros dos, aunque, esta vez, había algo en su mirada que no me convencía, había algo que me decía que ese no era Ryan, que ese chico, sentado con mis padres, no lo conocía.

---- Son las nueve de la mañana, ¿qué haces despierto? ---- mamá dijo de la nada, haciendo que me desviara ante el tema.

---- Ah, yo... ---- por primera vez, me sentí nervioso por dar una respuesta, me sentía vergonzoso ----, no lo sé.

Ryan se comenzó a reír como si lo que hubiese escuchado fuera una excusa muy mala. Se volteó a ver su plato, negando como si fuese una estupidez.

---- Estás sudando, Aidan ---- papá me miró de arriba abajo ----, ¿te sientes con fiebre?

---- Tal vez se mojó ayer en la lluvia. ---- habló Ryan despreocupado, pero en su tono de voz había más que solo eso.

---- ¿Ayer saliste? ---- papá me miró sorprendido.

El segundo que tiene tanta sopresa porque haya salido. ¿Pero qué ridiculez les está pasando?

---- ¿Tiene algo de malo? ---- inquirí como respuesta ----. Iba por mis pastillas nada más, ustedes se tardaban mucho. ---- terminé explicar, para así, ir a la cocina por un poco de agua.

No esperé alguna opinión de los tres. Era algo innecesario que ellos siempre hagan cosas por mí que fácilmente las podría hacer yo sin ningún problema. Aunque, las cosas han estado extrañas desde el día de ayer, o mejor dicho, desde el día en el que nos mudamos, la familia ya era extraña, me sentía como un bebé teniendo veintiuno.

Eso sí es vergonzoso.

Volvi a la mesa después de tomarme mis pastillas diarias. Todos comían seriamente desde que me levanté, ¿pero por qué?

---- ¿Tomaste tus pastillas, no es así? ---- Ryan me volvió a interrogar. Podía jurar que se preocupaba más por esas pastillas que por mí.

---- Lo acabo de hacer ---- contesté de mala gana ----. Por cierto, ¿dónde las consiguieron? Las buscaba por las tiendas pero no la conocía nadie. ---- cambié de tema viéndolos a ambos, empezando a comer.

---- Esas pastillas no son muy conocidas, por eso, el doctor recomendó buscarlas en un lugar específico. ---- explicó mamá mientras se levantaba de la mesa.

---- ¿Y cuál es ese lugar en específico? ---- pregunté mirándolos, esperando una respuesta, pero no llegó lo que había pensado.

---- Aidan, tú no te preocupes por tus pastillas ---- papá negó viéndome seriamente ----. Tu madre y yo sabemos dónde se consiguen.

---- Sí ---- el ser más burlón aprovechó en decir a un lado de mí ----, sólo concéntrate en tus estudios de la universidad. Si te preocupas por más cosas, no llegarás tan alto como yo. ---- él guiñó un ojo sin sentido y se levantó de su silla, recogiendo su plato para llevarlo a la cocina.

Recuerdo a la perfección que Ryan había tenido un accidente automovilístico, lo cual, la pierna fue la parte de su cuerpo más afectada. Toda mi vida estudiaba hasta sus movimientos si quería ser igual que él, aunque claro, cojear con la pierna izquierda no era parte de mis planes como él lo hacía.

𝐀𝐦𝐧𝐞𝐬𝐢𝐚 𝐃𝐢𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐭𝐢𝐯𝐚. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora