VI

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¿Quién es él?

Desperté poco a poco, como otro día normal, miré la cama de mi hermano al lado, y como no lo había pensado, él estaba ahí, acostado, sin mostrar su rostro.

No sabía si lo que había pasado era por tener aquellos días sin él, o era porque él salió de casa. Pero recordaba a la perfección no verlo en su cama y oír la puerta principal, tan claro como el agua y no podía dudar de eso.

Sí, él había salido a quién sabe dónde y no había consultado con nadie, ni con mamá, ni con papá, y mucho menos conmigo. Nadie.

Decidí bajar aún adormilado, no sabía cómo, y por qué, pero esas ganas de dormir eran todavía presentes en mí. Me sentía cansado en la madrugada, cosa que, no era típico de mí. Ni siquiera podía circular una palabra bien por mi propia cuenta.

Entre mareos, llegué al refrigerador por un vaso de agua. Estaba atosigado y ni siquiera podía respirar del todo bien. Busqué mi pastilla, estaba a punto de tomarla si no fuera por el susto de la voz repentina de Ryan.

---- Aidan ---- oí detrás de mí, haciendo que la pastilla volara entre mis manos y cayera lejos de mi vista ----, ¿y papá y mamá?

Estaba casi consciente, pero aquella pregunta me hizo dar por hecho que eso era mentira. Ni siquiera me había dado cuenta de sus ausencias.

---- No... no lo sé. ---- negué confundido, dándome cuenta de la nota que estaba en el refrigerador.

"Su padre y yo salimos por más comida, llegaremos más tarde.

Tienen pasta, recuerden comer.

Atte: Mamá".

---- ¿Qué dice? ---- arrancó la pequeña hoja mi vista, para comenzar a leerla mentalmente y en silencio ----... Mmm, ayer no me dijeron, ¿y a ti? ---- me volteó a ver.

---- Nada ---- me encogí de hombros y fui por la pasta que se guardaba en el microondas, y efectivamente, ahí estaba ----. ¿Tienes hambre? ---- pregunté, mirándolo, este en un movimiento rápido, escondió la nota detrás de él y teniendo sus gafas en el tabique de su nariz.

Esa reacción era extraña, y más si venía de él.

---- Eeh, sí, pero primero me ducharé y luego... comeré ---- su actitud era extraña junto a su tono de voz, tartamudeaba frecuentemente en cada palabra que decía ----. Ve comiendo tú, no me esperes. ---- sonrió de medio lado, yéndose a la habitación y escuchando la puerta siendo cerrada muy bruscamente.

No sabía si era yo, ese cansancio extraño o el comportamiento particular de él. Muy seguido, Ryan siempre estaba confiado de sí mismo, pero esta vez, era como si ni siquiera estaba seguro de sus pasos a la habitación.

Desde ayer, había cambiado mucho aunque no recuerde nada. Tanto él como la situación era extraño y notorio, sin embargo, decidí no preguntar, la psicóloga nos recomendó no intervenir entre su duda y dejárselo al tiempo, que él mismo recuerde todo y hable por su cuenta.

Pero hacer como si nada hubiese pasado, era difícil, y su actitud no era de mucha ayuda en no preguntarle.

Quedarse callado era lo mejor, aunque no quisiera.

***

---- Está claro, la comida de mamá es deliciosa y excepcional. ---- mencionó con una sonrisa, comiendo rápido.

Parecía que no comía en años.

---- Pienso lo mismo que tú, pero bájale a tu desesperación por ir al trabajo o te ahogarás. ---- comenté entre risas, viendo la comisura de sus labios llena de comida. Él rió y me hizo caso.

𝐀𝐦𝐧𝐞𝐬𝐢𝐚 𝐃𝐢𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐭𝐢𝐯𝐚. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora