Dear Ari.

¿Solo besos?

AVISO: Contenido más o menos +18.

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Me acerqué a su rostro y junté nuestros labios en un beso lento y tierno, entre sonrisas y caricias, entramos a la habitación. Ari cerró la puerta con seguro, haciendo que una risita salga de entre mis labios mientras me sentaba en la cama.

-¿Tienes miedo de que nos molesten o qué?
-Quiero estar contigo sin que una vicky ebria entre sin avisar mientras te doy... besos. -dijo acercándose a mi, sentándose sobre mis piernas mientras pasaba sus brazos alrededor de mi cuerpo.
-¿Solo me vas a dar besos? -pregunté en un tono lascivo.
-Uhm... podemos hacer lo que tú quieras, Sam.

Dicho eso, la besé como jamás lo había hecho antesn, era un beso ansioso, algo intenso, necesitado y sobre todo desbordado de todos los sentimentos que había retenido. Di rienda suelta al deseo que sentía por ella, y sin esperar más empecé a acariciar su cuerpo. Llevé mis manos por debajo de su camiseta, deslizándolas hacia sus pechos.

El sonido de golpes en la puerta hizo que nos detuviéramos, ella soltando una risita ante mi frustración.
-¿Hola? -Ari se alejó un poco de mi, intentando disimular su nerviosismo.
-¿Abi? ¿Todo bien? -dijo Ama, seguro quería hablar con su hermana sobre lo que habia pasado en esos treinta minutos que estuvimos juntas.
-S-si, todo bien. Estoy algo cansada, mañana hablamos.
Me acerqué a Ari sin decir absolutamente nada, su piel se erizó ante mi cercanía, ella volteó y me rodeó en un abrazo.
-¿Me amas? -preguntó en voz baja.
-Te amo.
Ella se acercó y rozó nuestros labios, tomó mi mano y la colocó en el lado izquierdo de su pecho.
-Te amo, Sam.

Sin importarme más que nosotras, la tomé del cuello para besarla. Ella acunó mi rostro con una de sus manos, comenzando a besarme con pasión, a pasos lentos volvimos en la cama, ella me recostó y tras eso se acomodó sobre mi. Con las manos emblorosas me dehisce de su camisetra, seguido de su sujetador mientras ella me besaba el cuello, mordisqueando y succionando de a ratos.
Nos desnudamos mutuamente, poco a poco, sin prisa. Como si quisieramos disfrutar el moment al máximo.
Ella se mantuvo sobre mi con la respiración agitada y el corazón latiendo a mil, cuando vi la duda en su mirada me di cuenta de lo que estaba pasando, era la primera vez para ella.
Tomé su mano derecha colocándola en mi centro, ella mordió su labio inferior al tacto, aún con mi mano sobre la suya, la guie para que ella me trocara. Ari con un poco más de seguridad deslizó sus dedos de arriba a abajo, mi cuerpo se movía involuntariamente contra ella anhelando más. Ella comenzó a tomar confianza, peus se elevó a la altura de mis pechos para succionar uno.

Tomé su rostro para besarlo, provoando un pequeño estremecimiento por su parte. Moví mi mano hacia su centro para tocarla también, sin previo aviso un gemido escapó de los labios de ambas, el mío a causa de sus constantes roces y el suyo a causa de la nueva sensación de mis dedos recorriéndola.
-Sam...-jadeó cuando un primer dedo ingresó en ella.
-Haz lo mismo, por favor. -susurré casi en un súplica, ella obedeció.
Continueamos complaciéndonos por un largo rato, luego la hice rodar sobre su espalda queadando yo encima de ella. Busqué sus pechos y al encontrarlos, hice exactamente lo que ella hizo conmigo. Ella no dejaba de suspira mi nombre.

Minutos más tarde y sin poder soportarlo, ambas llegamos a nuestro clímax. Ari me mirabacon adoración y amor, yo le devolví la mirada con la misma intensidad, besó mi frente mientras yo acariciaba con delicadeza su espalda, no podía creer lo que acababa de pasar. Había hecho el amor con la chica que he amado desde hace casi tres años.

-Te amo. -dijo ella en un susurro sin dejar de mirarme.
-Te amo, Abi. -repondí acercándome para besarla con delicadeza.

Nos quedamos dormidas entre palabras de amor y caricias, estaba feliz.
Y estaba segura de que ella también lo estaba.

Solo esperaba nada arruinara nuestro momento.