Y le creí.

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El hecho de no haber visto a mi novia por casi una semana me tenía de un humor no tan bueno, según me decía por mensajes, le habían dejado varios proyectos en la universidad por lo cual no podía ni siquiera entrar a ver los streams. La entendía, después de todo me salí de la universidad porque me "quitaba" tiempo para los streams. 

Hoy me decidí por ir a verla al almuerzo, de paso vería también a mis amigos y ex compañeros de clase. Me preparé desde temprano, aquella mañana había despertado más feliz que los días anteriores. 

Compré una flor para ella, como siempre, recordando que para nosotras significaba el querer estar juntas toda la vida, esto por una promesa que hicimos estando en la secundaria. Era algo que solo ella y yo sabíamos. Me decidí también por comprarle unos cuantos dulces y snacks para que pudiera llevárselos a casa, sabía que ella siempre comía mientras estudiaba, así que lo vi como una muy buena opción en el regalo. 

Salí de casa en mi auto de camino a la universidad, al llegar, lo estacioné y bajé con las cosas para encaminarme hacia la cafetería. 

Normalmente era una persona muy impuntual, sin embargo el hecho de querer estar por lo menos quince minutos con Ari, había hecho que no solo me levante temprano para arreglar todo y que quede perfecto, sino que también hizo que llegara literalmente diez minutos antes a la cafetería.

Me senté a esperarla mientras miraba mi teléfono, avisando por twitter que ese día prendería directo un poco más tarde, a lo cual los pollitos empezaron a responder de inmediato. Me entretuve viendo los comentarios hasta que noté gente empezando a llegar al lugar, algunos conocidos me saludaban mientras que otros (que muy seguramente me reconocían por los streams) se me quedaban viendo.

Mi atención fue directa a la puerta en cuanto vi a Vicky y Nuvia entrar juntas, les sonreí y sacudí mi mano hacia ellas, quienes al percatarse de mi presencia se acercaron a mi de inmediato, me abrazaron y saludaron. 

-Samy! Hola, ¿Cómo va todo? ¿A qué viniste? ¿Todo bien?  -preguntó Nuvia mientras se sentaba al lado de Vicky, quien se había adelantado un poco. 

-Todo bien, vine por Ari. -respondí sonriendo feliz, levantando ligeramente la flor que tenía en la mano. 

-¿Por Ari? -dijo Vicky algo confundida, frunciendo ligeramente el ceño mientras me miraba. - Pensé que habían term-

-Vicky! Oye, ¿me compras un pastel? De chocolate, por fi. -interrumpió Nuvia, a lo que Vicky asintió algo confundida antes de levantarse para cumplir el pedido de su acompañante. 

Ladeé la cabeza confundida, esperando una explicación de Nuvia.

-¿Y bien? Eres una de sus mejores amigas, ¿A que se refiere Vicky?

-Samy... Ari nos dijo que habías terminado con ella. -respondió mirándome y, como si fuera posible, parecía más confundida que yo.

-¿Cómo es eso? -reí ligeramente.

Seguro era broma.

-Yo no terminé con ella, es verdad que últimamente no hablamos mucho pero ajá, es porque tienen varios proyectos, entiendo que esté ocupada y estresada.

-Samy, no tenemos ningún proyecto. -mencionó Nuvia, quien estaba cursando la misma carrera que Ari y, con los mismos cursos.- Ella ni siquiera está por aquí ahora, está detrás de la cafetería, no va venir hoy. 

-Bueno... ya hablaré con ella, gracias por decirme, ando como pendeja aquí yo. -reí ligeramente nerviosa, levantándome dispuesta a salir. 

Tras despedirme de Nuvia me dirigí al lugar mencionado, deteniéndome por completo al escuchar la familiar voz de mi novia junto con la de otra persona. 

-Sabes que no puedo hacerle eso. -dijo la voz que reconocí de inmediato como la de Ari, mordí mi labio inferior al escucharla.

-No podemos seguir así, Ari. Tienes que decirle de una vez, tus amigos se creyeron el cuentito y todo porque no hablan tanto con ella pero cuando le digan ¿Qué?

Juan, puta madre.

-No... no sé, ¿puedes esperarme un poco más? Llevamos poco menos de un mes, literalmente hice que termine con su novio por mi y... ¡Y mira! 

¿Mirar qué?

-No sé, Abi... No creo que pueda esperarte más, me terminaste por ella y te arrepentiste a la semana, sin embargo no quieres volver conmigo. ¿Por qué?

-Por... porque no quiero lastimarla, la amo y todo, ella es increíble, no me sorprendería si un día viene a ver que pedo porque ni siquiera le respondo los mensajes o llamadas. 

Soy la estúpida más estúpida del mundo, ¿realmente creí que ella podría elegirme sobre Juan Guarnizo? 

-Si tanto la amas, ¿por qué carajos me sigues llamando y diciendo que todavía me quieres? 

Y en efecto, le creí.

-¡No sé, Juan! ¡No sé! Puta madre, mejor... mejor cortemos todo aquí, estuve muchísimo tiempo deseando estar con ella como para cagarla otra vez.

¿Otra vez?

-Noticias, Abril. Ya la cagaste. 

-¡Ya sé! ¡Ya sé que la cagué! -gritó, su voz salió entrecortada, parecía estar llorando. Parecía arrepentida. 

A causa del grito salí de mi "transe", sintiendo por primera vez las lágrimas que caían por mis mejillas y el dolor de mi labio al estar siendo lastimado por mis dientes.

-¿Abi? -susurré al animarme darle la vuelta a la esquina que me había ocultado lo suficiente como para escucharla.

No ni podía mirarla.

-Mi amor... Hola. -respondió notablemente nerviosa.

Mis vista comenzó a nublarse nuevamente, por lo que al sentir las lágrimas en mis mejillas nuevamente, solté la flor y subí mi mano hacia mi rostro para limpiarlas con furia, notando como es que Abril se acercaba a mi para tomar mi mano. 

Me alejé de ella de inmediato, levantando la mirada para verla con enojo y sobre todo dolor.

-Juan. ¿Puedes dejarnos a solas, por favor? -pidió ella mirando al chico, quien asintió y salió casi corriendo de la escena. 

-Te creí. -susurré sujetando con fuerza la pequeña cesta donde tenía la comida que había comprado para ella. 

-Amor, no. Te juro que no es lo que piensas. No estábamos haciendo nada, te lo juro. 

-¡No estaban haciendo nada porque ya lo hicieron, Abril! 

-Sam... 

-No... neta no quiero ni verte, ni oírte, ni saber absolutamente nada de ti. -apreté aún más el agarre de la canasta.

-Mi amor, perdón... No fue mi intención, fue algo del momento. 

-Deja de mentir. De tantas cosas estúpidas que podías haber hecho para cargarla, ¿Neta no tienes vergüenza de literalmente mentirme en la cara? ¡Te pregunté, maldita sea! Si realmente me amaras como dices, en primer lugar ni siquiera te... te hubieras metido con él mientras estábamos juntas.  

-Perdón. 

Perdón. Parece sincera, ¿no?

-No va a volver a pasar, amor. Te lo prometo, perdóname por favor... por favor créeme. 


Y le creí, otra vez.

Dear Ari.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora