Dear Ari.

Te amo.

Ari se sentó al lado mío tras haber estado dando vueltas por la habitación por casi cinco minutos, para mi sorpresa, lo primero que hizo fue tomarme del rostro y plantar un beso suave en mis labios.

En momentos como estos es cuando recuerdo, ya chingué.

-Tengo pareja.-fue lo primero que dije al separarme de ella, levantándome de la cama antes de que trate de hacer algo más.

Sí, tengo pareja. Pero puta madre, muero por besarla.

-No me importa .-dijo ella, levantándose también para tomar mis manos.- Sam, ¿Por qué no me habías dicho antes? Quedé como estúpida el día que fui a tu casa a buscarte.

¿A buscarme?

-No mientas, Ari... Nunca fuiste. 

-¡Claro que si! Tu noviecito me abrió la puerta y me dijo que no estabas, cuando sé perfectamente que estabas porque acababas de terminar stream.

-No... Félix no me dijo nada.-susurré mirándola confundida.

-Pues ya ves, la última vez que fui solo te dejé una flor y ya, no quería volver a encontrarme con él.

Me senté nuevamente en la cama, apenas había empezado la relación con Félix hace seis meses, ¿Cómo es que no me había dicho nada?

-Yo... Ari, ¿Cuándo fue lo de Félix? .-pregunté mirándola con el ceño levemente fruncido en su dirección.

-Fue dos días después de recibir tu carta.-respondió arrodillándose frente a mi, tomando mis manos para acariciarlas.-Me dijo que eran pareja y que yo no tenía nada que ver ahí.

-Él y yo llevamos apenas seis meses.

Silencio.

Ari levantó su mirada hacia mi, soltando una de mis manos para subirla hasta mi mejilla, dejando una pequeña y tierna caricia.

Delicada, suave.

¿Por qué esto se siente tan mal?

-Sam, perdón por haberte dicho todas esas cosas.

-...

-Te amo, nunca podría odiarte.

-...

-¿Puedes decir algo? Por favor. -el tono de súplica en la voz de Ari me hizo reaccionar, dejé de mirarla a los ojos para centrarme en sus labios, no pudiendo evitar inclinarme para juntarlos con los míos en un beso suave y lento.

Félix.

-No... Ari, no puedo.-susurré separándome de ella unos segundos más tarde, sintiendo pequeñas lagrimas formarse en mis ojos.-Él me ama, ¿Sabes?

-¿Y tú lo amas?

No, te amo a ti.

Sí, lo hago. -respondí con voz temblorosa, ni siquiera yo me creía. 

Tenía miedo, tenía miedo de dejar algo lindo y estable por algo que no sabía si funcionaría o no. ¿Qué si todas las ideas e ilusiones que tenía sobre tener una relación con Ari no eran más que sueños y fantasías.

-Aunque lo ames a él, te amo, y ahora no pienso dejarte ir, Sam. -dijo Ari antes de levantarse y dejar un beso en mi mejilla.- Voy por algo de beber, ¿te traigo una Coca-Cola light? 

-Sí, por favor.-atiné a responder antes de verla salir de la habitación.

Hablaría con Félix de eso estaba segura.

Necesitaba ordenar mis pensamientos y sobre todo mis sentimientos.