Te extrañé.

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Ari's POV


En cuanto recibí la carta de mi novia, salí disparada de mi casa de camino a la dirección que decía en la carta. 

Al llegar, suspiré en voz baja, frunciendo el ceño visiblemente confundida al llegar a una casa que parecía bastante hogareña, toqué la puerta y esperé a que me abrieran, al ver a la mamá de mi novia, saludé amablemente y entré a la casa tras tener su invitación. Me indicó donde estaba su hija, subí de inmediato a la habitación de Sam y toqué la puerta antes de entrar, haciéndolo de inmediato cuando escuché un "pase" desde adentro. 

La vi acostada en la cama con una pequeña sonrisa en los labios, me acerqué a ella de inmediato y me acosté, abrazándola y llenando su rostro de besos mientras ella rodeaba mi cuerpo con sus brazos, dejando caricias en mi espalda. 

-Idiota, tonta, babosa, pendeja, ¿por qué carajos te desapareces? Me preocupaste mucho, carajo. No vuelvas a hacer algo así, Samantha Rivera.

-Ay... Se dice "Hola, mi amor. Te extrañé" -dijo ella riendo bajito, supongo que para aligerar un poco el ambiente.

-Sam... Te extrañé, amor. 

-También te extrañé. Lo siento y... ¿Puedes separarte un poquito? Es que me duele el abdomen.

-¿Qué pasó? -pregunté separándome de ella, tomando su rostro entre mis manos para mirarla y examinar su carita. No se veía herida, cosa que me tranquilizó bastante.

-Ah... está raro eso. Pasa que me enfermé, me dio una especie de neumonía, fui al hospital y salí sin apéndice, por eso vine donde mis padres. -Ella se  alzó de hombros como si lo que acabase de decir no fuera algo importante. Solo a ella le pasaban cosas así en menos de una semana. 

-¿Y por qué carajos no me llamaste, Samantha? 

-Es que no quería preocuparte... 

-Me preocupé más estando una semana sin saber de mi novia, ¿Cómo estás ahora? -acaricié su rostro con delicadeza, cosa que ella recibió bien mientras llevaba una de sus manos a mi pierna para acariciarla, pues al estar sentada frente a ella, tenía buena posición para hacerlo.

-Estoy bien ahora, lo siento de verdad. Me sentía muy malita. -dijo en aquel tono que tanto amaba y que utilizaba para convencerme fácil.

-Ya... solo dame un besito. Te extrañé mucho, mi amor. -me acerqué a ella para dejar un beso suave en sus labios, al cual ella correspondió con un tanto de necesidad, estaba segura de que me había extrañado tanto como yo la había extrañado a ella. 


¿Qué obsesión tenía esta chica con comunicarse por medio de cartas en lugar de mandar un pinche mensaje de whats y ya?


Dear Ari.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora