En Las Sombras Del Enemigo.
Elaine
Záhrada es el Edén de la Tríada. Está rodeado por una franja de arrecife y volcanes inactivos imponentes. El Mar Negro es el escondite de la isla privada más importante de los elitistas, ya que aquí creció su sacro imperio sanguinario.
No era viable llegar en helicópteros. Fue difícil planificar, porque estos años aprendí ha ser autosuficiente, olvidando el trabajo en equipo. Sin embargo, las estrategias planteadas por el Comando Alpha no eran tan descabelladas.
Entramos por el océano, usando la última tecnología en submarinos militares. El trasporte quedó escondido en una zona muerta de la isla. Un área conocida como las arenillas negras, fue ahí que instalamos las carpas.
La espesa vegetación y las peligrosas cumbres son el recorrido que nos llevará hasta Svätá Zem, traducido como Tierra Santa.
Entre cumbres rocosas están construidos los palacios góticos. Torres altas, que contienen todo tipo de lujos para los miembros de la Tríada. Desde monasterios, que rinden tributo a su sádico Dux, hasta casinos y burdeles.
Camino lento debido al lodo en las botas. Hace dos horas fui a observar Svätá Zem. Debo asegurarme qué hacen. Aún no hay presencia del Káiser, y dudo que Jeremiah sea capaz de venir. Sabe que lo mataré, sabe que con o sin la STASIS, ahora como segunda autoridad de la Tríada, tengo más facultades que él.
Llego al campamento donde está instalado el Comando Alpha y Gama. Trabajan en lo suyo mientras busco a Lorcan. Entro a su carpa y lo encuentro acompañado de Zaid.
—No hay novedades —dejo los binoculares, la brújula y el arma sobre la mesa.
—El Comando Gama continúa la búsqueda del Káiser —acota Lorcan—. Vlatka dice que lo más probable es que esté escondido en Roma.
—El Vaticano podría ser opción —le contesto—. Ahora que esa religión pertenece a la Tríada, Jeremiah estará respaldado por todos ellos.
—Puedo comenzar ya la cacería de ese hijo de puta —secunda Zaid, limpiando su arma—. Me estresa que los cobardes se escondan.
—Aún no es momento —replica Lorcan.
—Ya se infiltraron —irrumpe Kayden—. Hay mercenarios que están como monjes en el monasterio —despliega el mapa que trae.
Zaid lo ayuda a estirar el mapa mientras Kayden señala unos pasadizos.
—Hay novicias que trabajan para estos sujetos —explica—. A las cinco de la mañana reciben la mercadería que abastece a los monjes. En ese horario podemos ingresar y estos pasadizos nos llevarán directo al palacio central.
—¿Qué le hicieron a las novicias? —pregunta Lorcan.
—Sobornadas —contesta—. Dinero y sexo.
Considero que los infiltrados hicieron un buen trabajo, ese acceso es el más vulnerable que el resto de la resistencia. Zaid manda a llamar a todos los mercenarios para dar las próximas indicaciones del operativo.
A la medianoche ya me encuentro en mi carpa. Me cambio el uniforme por algo más holgado para después meterme en el saco de dormir.
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APARIENCIAS AVIESAS©
RomanceLIBRO II ~El Juego de las Apariencias; ambiciones y supremacías. Esas son las cartas sobre la mesa y cualquier jugada será letal. Elaine LaVey, agraviada por el sádico raptor proclamado como Dux, deberá asumir riesgos y prevalecer en furor, con tal...