Además de ser un reconocido egresado de la Universidad de Tokio, Masaki realizaba donaciones a diferentes programas académicos de dicha casa de estudios para promover la investigación científica entre sus docentes y alumnos, por lo que era un hombre a quien prácticamente en esa casa de estudios no le podían negar un favor. Confiando en ello solicitó una entrevista con el decano de la Facultad de Economía, la cual incluía el Departamento de Administración, para comentarle el plan que tenía para que su nieto pueda obtener el grado de licenciado en un año.
El decano lo escuchaba atentamente y cuando terminó solo le dijo: «Durante ese año su nieto no va a dormir más que unas cuantas horas para cumplir con su objetivo», con esa respuesta el anciano multimillonario supo que su plan sería apoyado por la casa de estudios. El decano hizo una llamada y coordinó con el rector una reunión extraordinaria del Concejo Universitario para explicar el caso y dar el visto bueno. Tras esa reunión, Masaki obtuvo la venia de las autoridades de la Universidad de Tokio para que a finales de setiembre del siguiente año Shiro sea sometido a dos exámenes, uno escrito y otro oral, que determinarán si consiguió adquirir los conocimientos requeridos para obtener el grado de licenciado.
Al llegar a la Mansión Fukuda, Masaki llamó a su nieto para que se reúna con él en el estudio. Shiro acababa de conversar con Kazumi para decirle que su tía Nara estaba en camino a recogerla, ya que era el viernes que la médica iba a recorrer las galerías de Tokio disfrutando de la guía de la artista de moda y más destacada de los últimos veinte años, todo un lujo.
- Aquí estoy, ojii chan –dijo Shiro acercándose al anciano y dejando un beso en sus manos, señal de respeto y cariño.
- Shiro, nieto mío, tengo una muy buena noticia que darte. Vengo de hablar con las autoridades de la Universidad de Tokio y han aceptado evaluarte dentro de un año para determinar si manejas los conocimientos necesarios para obtener el grado de licenciado –Masaki sonreía feliz de que el primer paso se haya conseguido.
- Entonces, debo armar mi horario de estudio –dijo emocionado caminando apurado hacia la puerta del estudio para empezar a trabajar, pero recordó que nunca antes había estudiado en una universidad y desconocía cómo era el procedimiento, así que retrocedió y nuevamente enfrente de su abuelo, preguntó tímidamente-. ¿Qué tengo que hacer para empezar? –Masaki lanzó una fuerte carcajada que hizo reír a Shiro, ya que también le pareció gracioso lo que acababa de ocurrir.
- Vas a empezar a asistir a las oficinas del grupo empresarial. Adquirirás conocimientos a través del análisis de casos y desempeño laboral. He hablado con Yuna sobre nuestro plan y ella se va a encargar de guiarte en el trabajo, por un año no se dedicará a nada más que aportar en tu formación, ya que serás el próximo Director General del Grupo Empresarial Fukuda. También he contratado a cinco catedráticos que compartirán contigo la teoría que necesitas conocer. Manejar el lenguaje especializado es importante para demostrar que sabes lo que estás haciendo cuando de negocios se trata –indicó Masaki para que su nieto entendiera el proceso que iban a seguir.
- De acuerdo, ojii chan. ¿Cuándo podré empezar? No tengo ningún problema que sea mañana mismo –el entusiasmo de Shiro era fácil de percibir.
- Comenzaremos el lunes. Aunque ya ha pasado más de una semana de tu cirugía considero que aún debes descansar, por lo que aprovecha este fin de semana para relajarte y prepararte porque tu rutina será muy pesada, ya que trabajarás y estudiarás a la vez.
- No te preocupes, ojii chan, estoy acostumbrado a trabajar por muchas horas y desde muy temprano. Aún soy joven y puedo aprovechar el dormir poco con tal de conseguir mi objetivo –Masaki sonreía complacido de ver a su nieto muy motivado.
- Eso me gusta. A la oficina vamos con traje y en tu guardarropa tienes varios que vas a comenzar a vestir. ¿Sabes conducir un vehículo? –Shiro asintió con la cabeza-. Mañana vamos a comprarte un automóvil para ti –en eso Masaki cayó porque llegó una idea a su mente-, salvo que quieras usar los vehículos que eran de tu padre.
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El amante perdido
Roman d'amourKazumi y Shiro eran unos adolescentes cuando por azares del destino se dejaron de ver. Cuando se volvieron a encontrar, ella era una mujer de 23 años, una médica exitosa, pero con muy baja autoestima al tener una familia que solo le ofrecía palabras...