Jiwoong y Matthew terminaron su relación hace más de 10 años y su hijo, Gyuvin, hace todo lo posible para averiguar las razones.
- Contiene M-preg
- Ligero contenido +18 (la historia original tiene
smut pero por mi comodidad saltare esas partes)
...
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—Lo siento, señor, pero las mascotas no están permitidas en este lugar.
—Sí, si lo están. — Jiwoong sacó varios billetes de su billetera y se los entregó al hombre, quién sigilosamente los tomó y los contó dejando salir un silbido.
Gyuvin, quien cargaba a Rogelio, vio la escena con los ojos más que abiertos. Su padre era tan genial.
—¿Quieren que traiga una silla de bebé para el cerdito? — ofreció el hombre abriendo la puerta del restaurante.
—Por favor. — pidió Gyuvin con una sonrisa.
Una vez se sentaron en una mesa, Gyu dejó que Rogelio descansara en sus piernas mientras esperaban al mesero. La verdad es que a diferencia del típico estereotipo que se tiene de los cerdos, Rogelio es muy limpio. Por supuesto que es porque Gyuvin lo baña y asea más de lo que hace consigo mismo.
—¿Qué van a ordenar? — preguntó el mesero dejando la silla a un lado de Gyuvin. Este acomodó mejor a Rogelio quién hizo oink oink a gusto.
—¿Qué quieres, Gyuvin?
—Mmm, ¿Waffles?
—Eso, dos por favor. — pidió y el hombre asintió.
—¿Café o jugo?
—Café.
—Jugo.
Jiwoong y Gyuvin se vieron entre sí y estallaron de risa.
—Entiendo, ambos. — rio también el mesero. —En unos minutos estará listo. — hizo una reverencia y salió del lugar.
—Papá. — llamó Gyuvin luego de unos segundos de silencio. Jiwoong levantó la vista de su celular y le prestó atención.
—¿Tú cómo supiste que te gustaba mamá? — preguntó.
Y entonces Ji casi se cae de la silla.
Le vió con sorpresa y nerviosismo. —¿Q-qué?
—Cuándo eras adolescente. — aclaró. —¿Cómo te diste cuenta?
Jiwoong esperó unos segundos antes de responder. Chasqueó su lengua y dejó salir un poco de aire.
—No lo sé... ¿Simplemente pasó? — respondió sincero. —Quiero decir... Es cómo si nunca hubo un comienzo. Cómo si fuí hecho para amarlo.
Gyuvin casi colapsa en su lugar.
Su padre sí que era un romántico.
—Vaya... — fue lo único que pudo responder. —¿Y con él fue igual?
Jiwoong rió y negó con su cabeza. —No. No fue así. El me ignoraba y se mantenía alejado de mí aún cuándo yo no hacía nada. Por alguna razón él era amable y tierno con todos menos conmigo. — rió nuevamente.
