9.

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Pov. Rius

La frialdad de la noche me daba escalofríos pero no temor, al igual que sentir el arma en mi nuca.

Tr: creíste que podías escapar? ¿Acabas de entrar y ya quieres morir?!

R: jeje no aguantas una pequeña broma?

Tr: lo llamas una broma?....no sabes todo lo que ahí en juego, idiota!

Sentí un golpe seco y todo volvió a desaparecer como las estrellas perdiendo su brillo.

Desperté aturdido, estaba en un sofá y solo había una pequeña luz que no pegaba directamente en mi, venía de una cocina a lado de dónde se oían voces.

Ha: no puedes dejarlo aquí

Tr: porque no? Está casa se podría decir que es mía Hambrosio

Ha: si pero el tipo se ve fuertesito...

Te: le di un buen golpe, estará adolorido cuando despierte. Espero haber vuelto para entonces

Ha: y ssi se escapa?

Ambas personas avanzaron hasta la puerta y se quedaron en silencio. Yo estaba de espaldas pero sentía sus miradas sobre mi.

Tr: si lo dejas ir...tendré que matarte a ti

Ha: que?!!!

Sin decir más el sonido de la puerta abriéndose y cerrándose me dio a entender que Trollino había salido.

R: mmm que buena siesta

Ha: ay no! El señorito despertó muy rápido

R: oye no me llames así. Da igual, no te preocupes

Con cara de lunático el sujeto pelinegro, bajo y delgado que me hablaba me tomo de las muñecas pegandolas al sofá.

R: que rayos crees que haces?

Ha: si señorito se va, me mataran a mí

R: je...jejeje se nota que eres inocente. ¿Que edad tienes y como te llamas?

Ha: recién graduado con 18, Hambrosio para los que vienen con el principito

El tipo me sonrió como si aún fuera un niño, "en verdad que Trollino no juega limpio" pense

R: bueno niño, el "principito" cómo lo llamaste. Te dijo que te mataría porque sabía que lo escuchaba

Ha: aja?

Que pequeño tonto, se había sentado frente a mi, observándome con mucha atención

R: y bueno, el sabe que no permitiría que mataran a nadie, así que no huiré

Ha: no entiendo, pero si señorito no se va y no le gusta pegar estaré feliz

El extraño chico se levantó y sin más preocupación fue a su cocina, dónde escuché crujir algo. Trate de no darle importancia pero era tanto el ruido que no tuve remedio y entre a ver lo que hacía.

R: que rayos haces enfermo?!

H: ñam ñam comiendo fideos, señorito

El tonto mordía unos fideos instantáneos sin preparar. ¿Cómo había sobrevivido hasta ahora? Pensé dentro mío

R: agg que inútil, trae acá! Te ayudaré a prepararlos y luego me comeré unos yo, oíste?!

H: si si, el señorito me dará comida

Me aplaudió y se retiró a sentarse en el comedor con ansias. Suspire pesado, aún me dolía el cuerpo pero también estaba hambriento, por lo que tome los instrumentos necesarios y empeze a cocinar.

Anécdotas de amor temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora