Capítulo 1.

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Capítulo 1.

Allie Jacksonville.

-¡Allie, cuidado con esa caja!

Suspiro.

-¡Si mamá, lo tendré!

Llevaba una caja llena de vasos, tazas, platos, y otras cosas frágiles. Desde el principio de la mudanza, mamá es más dramática de lo normal -y en serio es dramática-. Vivíamos en Monterrey, una ciudad famosa de México, mis padres trabajaban en una gran empresa de allí hasta... que fueron llamados desde aquí, la empresa había sido cerrada y por eso fue que fueron llamados para trabajar en Estados Unidos, el jefe de esa empresa era nada más y nada menos que el hermano gemelo del jefe anterior de mis padres, el sr. Nelson. Ellos eran de muy buena confianza con nosotros, aparte de que mis padres trabajaban muy bien. El sr. Nelson preparo todo lo que necesitábamos para mudarnos y aquí estamos, aguantando los dramas de mamá.

-Eso también va para ti Sebastiá ¡cuidado con esa caja! - grito de la misma manera que me grito a mi, pero esta vez, hacía mi padre.

-Si, lo tendré amor...- apenas podía con esa caja, un paso en falso y terminaba el suelo lleno de vidrios.

Reí.

Dejé la caja en una esquina, por fin ya no tenía ese peso encima.

-¿Algo más que tenga que llevar?

-Aun quedan algunas cajas afuera - comentó mi madre - ¿por qué no la buscas?

Asentí.

Me dirijo hacía afuera a buscar una de las cajas, no eran tantas así que puedo con esto. El problema fue cuando fui a recoger una de ella, una persona venia en una bicicleta, estaba distraído -Dios, voy a morir- bueno, eso fue lo que pensé al principio pero cuando este se da cuenta, frena la bicicleta de golpe, provocando que se caiga, no moriría yo, pero sería la culpable de una muerte y eso no esta bien.

-¡Dios mio! - deje la caja a un lado y fui a ver a la persona recién caída - Dios mio, ¿estas bien? - me di cuenta de que era un chico joven, francamente de mi edad, este se estaba acariciando la cabeza mientras se quejaba de dolor.

-Si, estoy bien - dijo entre quejidos.

-Ven, te ayudo - le extendí la mano, el sin decir nada me la dio y lo ayude a levantarse, no sabía que una persona pesará tanto, o soy yo que no tengo nada de fuerza, cuando se levanta por completo... okay, me sentí enana de verdad, este chico era altísimo. El siquiera miraba donde yo estaba, solo seguía acariciando su cabeza mientras se quejaba. Sonreí con vergüenza y le ayude a levantar la bicicleta - lo siento mu...

-No, no, esta bien - dijo interrumpiendome - perdóname tu a mi, por poco y me choco contigo y bueno, eso - dijo sin prestarle atención a lo que decía y sin dejar de acariciar su cabeza.

Sonreí.

-Me llamo Allie, Allie Jacksonville - dije extendiendole la mano. El no reacciono, solo seguía acariciando se cabeza. - ¿Tu como te llamas? - dije para romper el silencio.

-Mich... auch.

¿Mich? Que nombre tan extraño.

-¿Mich? - dije entre risas.

-¿Que? - reacciona - no, no, no - dijo entre risas al igual que yo, aún seguía acariciando su cabeza - Mich, eso suena horrible. Me llamó Michael.

-Un gusto conocerte Mich... - reí - perdón... Michael - dije sonriendole, el giro los ojos sonriendo, pero seguía acariciandose la cabeza ¿cuanto tiempo más duraría asi? - ¿aún duele?

La Primera Vez Que Te ViDonde viven las historias. Descúbrelo ahora