La Primera Vez Que Te Vi

Capítulo 24.

Capítulo 24.

Michael Winston.

-Bien, este al fin será el capítulo final, - tome mi gran tazón de palomitas y me senté en mi sillón cómodamente. Doki se sienta justo a mi lado y acaricio su cabeza - lo se Doki, yo también estoy emocionado.

*¿Y yo donde quedo?*

Ah, hola Mars.

*Si, si "hola Mars"*

Rodé los ojos y encendí la televisión, mi momento al fin había llegado, por fin sabría lo que pasaría.

Era un día normal, Marcelo y Carmen se encontraban por fin juntos, como siempre quisieron estar.

-Ya era hora - dije con la boca llena de palomitas.

*¿Quieres callarte por una maldita vez en tu vida*

No le hice caso a Mars y seguí mirando.

-Marcelo...- pronunció con cierta dificultad.

-Amor... ¿estás bien?

-¡Marcelo! - exclamó ella, callendo al suelo colocando su mano en su vientre - el bebé, ya viene.

-¡¿QUE?! - exclamé demasiado fuerte.

*Esta diciendo que el bebé va a nacer, idiota*

-¿Que? ¿Ahora? No puede ser - Marcelo coloca sus manos en la cabeza.

-Marcelo, conozco a un doctor, es amigo de mi padre, debes llevarme allí ahora.

-¿Que pasa si no me acepta?

-Eso no es lo importante, Marcelo, solo llévame con él.

Marcelo no tubo otra opción. Tomo ha Carmen en aus brazos y la montó en su caballo, corriendo lo más rápido que pudo.

-¡Eso es Marcelo, corre, corre! - me metí un puño de palomitas a la boca.

*Aveces odio ser tu cerebro*

-Ya casi, es por este camino - afirmó Carmen.

Marcelo se apresuró tanto como pudo, hasta pode finalmente llegar a casa del doctor. Finalmente llegando, este corre hacía la puerta, tocando con desesperación. Apenas este abre la puerta, Marcelo se lanza sobre el suplicando, sin siquiera dejarle decir una palabra.

-Por favor, ayúdeme, Carmen esta a punto de dar a luz, por favor.

El doctor nisiquiera presto atención a la súplica de Marcelo, mirando la pobre Carmen allí, sufriendo del dolor. Este se acercó a ella rápidamente hacía ella, bajándola del caballo rápidamente y llevándola adentro hacia una camilla.

-Por favor Marcelo, esta tranquilo, le aseguro que tendrá un bebé completamente sano - le asegura este.

-Michael - se escucha desde la puerta.

-Maldita sea, ahora no - dije metiéndome un puño de palomitasa la boca.

-Michael, abre la puerta.

Rodé los ojos con frustración y me dirigí a abrir la puerta.

-Lucas ¿que demonios haces aquí?

-Te dije que vendría a quedarme hoy, además, te estube llamando y no me contestaste.