La Primera Vez Que Te Vi

Capítulo 16.

Capítulo 16.

Allie Jacksonville.

-Mamá, papá, él es Dustin - dije señalando levemente hacía Dustin - el chico del que les hablé por mucho tiempo, mi novio.

-Es un gusto conocerlos, señores - dijo mientras sonreía de lado.

-Allie nos habló mucho de ti, ya era hora de que te presentará - dice mi madre con su sonrisa encantadora.

Él se acerca y toma la mano de mi madre besándola, eso fue muy caballero de su parte. Mi padre lo miraba de reojo mientras hacía dicho acto y reí, ya que tenía una cara muy graciosa. Él se acerca dándole la mano a mi padre.

-También es un gusto conocerlo, señor Jacksonville.

Este queda sin reaccionar, solo lo miraba de mala forma. Mi madre le da un golpe en el brazo haciendo que reaccione. Mi padre reacciona rápidamente y le acepta el saludo.

-También es un gusto conocerte muchacho - dice este de manera hipócrita. Mi madre rueda los ojos al ver la reacción de mi padre.

-Bueno ha sido un gusto conocerlos. Ahora con su permiso me llevaré a su hija por unas... dos horas - dijo mientras me abrazaba de espalda.

-Por supuesto que no - protesta mi padre. Mi madre le vuelve a dar un golpe en el brazo y lo mira de reojo.

-Claro, tomen todo el tiempo que quieran - mi madre le sonríe dulcemente hacía Dustin.

Me sentía un poco incomoda al ver como reaccionaba mi padre. Salimos de casa y al hacerlo dejó salir un suspiro.

-Lamento la actitud de mi papá - le comento -, siempre ha sido de esa forma.

-Tranquila, es típico que un padre sea celoso con su hija - ríe -. Créeme que nl es nada comparado con los míos - me toma de las manos - y hablando de eso vamos a conocerlos.

-¿Crees que les agrade? - le pregunto algo nerviosa.

-Lo que estoy dudando es que ellos te agraden a ti - ríe - ¿vamos? - asentí. El deja un beso en mis labios y me toma de la mano para ir directo hasta su casa.

Michael Winston.

-Bien, bien, bien - me senté en el sofá y prendí la televisión rápidamente - ya es hora.

*¿Hora de que madures y seas alguien en esta vida?*

Muy graciosos Mars.

Justo en ese momento empezó.

-Okay, silencio.

Día de la boda.

-Esto se puso bueno.

-Estamos todos aquí reunidos, para recibir en legítimo matrimonio a la señorita Carmen Fernández, y al señor Brian Alvarado - dice el cura con la biblia entre sus manos.

Carmen se veía triste, su rostro demostraba la profunda tristeza que llevaba por dentro. Consumía sus lágrimas, sus palabras, sus acciones, no quería mostrarse sensible en medio de la multitud.

-Esta es la peor escena del mundo- deje salir un suspiro - pobre Carmen.

-Así que si alguien se opone a este matrimonio, que hable ahora o calle para siempre...

-¡Yo me opongo!

Mis ojos se abrieron como platos cuando lo ví. No puede ser, es él, esta vivo ¡esta vivo!