La tarde en casa de su "novio" había sido muy divertida; comieron palomitas, vieron su película e incluso investigaron sobre la fecha de la lluvia de estrellas que era justo 2 días después de que Craig regresaba de casa de sus abuelos, así que apenas tenían el tiempo suficiente para dejar todo listo.
Ya era algo tarde cuando su suegro se ofreció a llevado a casa en su auto, había oscurecido y el ruido de las calles era casi nulo. Por su puesto que Craig no perdió la oportunidad para acompañarlos (no quería que su padre lo avergonzara ante Tweek y mucho menos que lo incomodara al hablarle de su colección de arte yaoi).
Estando frente a su casa el pelinegro bajó del vehiculo oara abrirle la puerta e... i-incluso besó su mejilla a manera de despedida, temió tanto que escuchara el latir de su corazón, que notará lo feliz que esos gestos lo hacían pero también lo triste que se sentía al saberlos falsos... deseaba tanto creer que no era así.
Él optó por simplemente despedirse con una de sus manos tras abrir la puerta de su casa para luego pasar y cerrar con la misma llave (no iba a arriesgarse a ser secuestrado, no de nuevo).
Sus padres aún no llegaban del trabajo así que subió a descansar a su cuarto, dejó su celular en su mecita de noche y sj mochila con su uniforme a un lado de su cama, luego tomaría una ducha, cenaría algo ligero e iría a dormir.
Gracias a la disminución en su consumo de café ahora podía descansar casi como una persona normal, aún se despertaba por las noches agitado y los pensamientos intrusivos a veces le impedían conciliar el sueño pero al menos había avanzado algo... eso también era por ayuda de Craig. Todas esas pijamadas no planeadas donde lo ayuda a a relajarse, le preparaba bebidas calientes para calmarlo y lo ayudaba a regular su respiración eran suficientes para hacerlo sentir apreciado, que aunque hubiera noches en las que no estaban juntos tampoco estaba solo, era lindo sentirse importante para alguien tan dulce como Craig.
El entrar a su cuarto era un recordatorio constante de su situación. Mantenía mucho más orden en su mesa de trabajo ya que ahí hacia modelos a escala con su "novio" y le gustaba que este lo halagase por aquel orden, era lindo que le revolviera el cabello y le diera cumplidos, además, su terapeuta le había dicho que trabajar en un lugar ordenado también era bueno para su mente. Si tan solo el ingenuo rubio supiera que aquel también fue el motivo por el que Craig se volvió más organizado en su propia casa.
Procuraba mantener su cama tendida, el habitad de su loro limpio y sus estantes ordenados. Contaba con decenas de figuras de lego y modelos a escala de naves espaciales acomodadas por fecha de elaboración junto a fotos de él y Craig tomadas con la polaroid del primero. Cada vez que terminaban un modelo se tomaban una selfie, escribían una descripción en la parte trasera de ella y en la delantera colocaban la fecha, eso se le había ocurrido a Craig una tarde a sus 12 años y... la idea le gustó mucho, siempre que quería podía echar un vistazo al pasado, a los inicios de su amistad, de su relación y, si fuera consiente de ello, al progreso de su enamoramiento.
Habían tantas fotos de ambos en los estantes y las paredes del rubio, incluso algunas donde Craig se notaba avergonzado por usar brackets y de la época donde ambos se disfrazaban de superhéroes a juego y salían a patrullar por el pueblo.
- ¡Ack Craig! ¿Dónde está Craig? -
- Basta Polly - incluso su loro parecía estar en su contra a veces, no sabía que decía tanto el nombre del chico que le gustaba como para que su loro lo aprendiera y lo repitiera casi cada vez que lo veía - Craig no viene hoy, además ya es tarde y quiero descansar, fue nnngh... un día algo pesado en la cafetería - se acercó a la jaula de su ave para dejarlo salir un rato ya que, a diferencia de él, Polly era muy tranquila, solo revoloteaba, estiraba sus alas y, si a caso, se paseaba por las habitaciones del segundo piso por unos 30 minutos sólo para regresar y descansar en su jaula nuevamente.

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Aquel verano
RomantizmAhora, después de varios años. por fin tenía una respuesta, sabía que todo aquello que Tweek le provocaba se conocía como amor, había entendido que aquellas muestras de preocupación e intentos por ayudarlo se trataban del sentimiento más puro que ha...