"Arriésgate a perder, a lo mejor ganas todo."
A la mañana siguiente, me desperté antes de que se pusiera el sol. Ya era sábado nuevamente, lo que indicaba que había pasado una semana desde que Hiori y yo nos conocimos. Suspiré, aún me dolía acordarme de Tabito, de quién había logrado olvidarme ligeramente gracias al chico que yacía dormido entre mis brazos.
Hiori había hundido su rostro entre mis pechos y se encontraba durmiendo como un angelito, con una expresión tranquila y relajada que me arrancó un suspiro. Su cabello azul estaba ligeramente despeinado y sus brazos se había enredado en mi cintura, apretándome contra él. Acaricié su cabello y lo peiné ligeramente entre mis dedos, observándolo distraída. El chico era demasiado lindo.
Él se removió entre mis brazos en sueños, ladeando el rostro, de forma que pude admirar sus facciones levemente afeminadas y sus tentadores labios entreabiertos, quienes me pedían a gritos que los mordisquease. Delineé con la mirada sus rosados belfos rellenos, levemente humedecidos por la ligera baba que se había escapado de la comisura de sus labios. Brillaban bajo la escasa luz del amanecer que entraba por la ventana. Quiero besarlo... Muero por besarlo. Pero si lo beso sin su permiso y no le gusta, ¿se enfadará conmigo? ¿Me sacará de su casa a patadas? ¿No volveremos a vernos?
Pero... ¿Y si le gusta?
Decidí aferrarme a este último pensamiento y, sin miedo al éxito, incliné mi rostro sobre el suyo, con el corazón en la garganta por lo que iba a hacer. Besé sus labios suavemente, alargando más de lo necesario el roce, pues repentinamente me había vuelto adicta a su tacto. Cuando me reincorporé, mi vista se topó con la suya. Hiori se había despertado, y ahora se encontraba con el rostro completamente rojo, con sus grandes orbes mirando los míos con incredulidad. Solo lo observé durante una milésima de segundo, porque entonces mi mano se dirigió sola a su nuca y mis dedos se enredaron en su cabello azul, para atraer su rostro al mío y volver a besarlo.
Sus labios se movieron con torpeza contra los míos, en un intento de seguirme el ritmo, y él jadeó bajito, aferrándose a mi cintura. El hecho de que probablemente aquel fuese su primer beso se me hizo tierno. Pero eso no me impidió solicitar entrada a su boca, acceso que él me concedió, y mi lengua comenzó a explorar su cavidad con experticia, sometiéndolo a mi antojo.
Me separé del acercamiento cuando sentí que Hiori comenzaba a necesitar el aire. Luego, tomó una profunda bocanada de aire y cerró los ojos, a lo que yo apoyé mi frente sobre la suya, sintiéndome repentinamente plena.
― ¿Ese fue tu primer beso?― Pregunté flojito.
― S-sí...― Susurró él. Sus grandes iris cian buscaron los míos y nuestras miradas conectaron.
No respondí, ya que volví a besarlo, pero esa vez más lentamente y sin añadirle la lengua a la ecuación. Moví mis labios con cariño sobre los suyos, dejando que esa vez él llevase el ritmo del beso. Hiori probó a saborear mis labios de forma inexperta, pero por sus movimientos supe que aprendía rápido, y de alguna forma aquello me excitó. Frente a esto, me separé de él alarmada, lo menos que quería era mostrarme como una pervertida ante mi nuevo amigo.
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Live for me [+18 Hiori Yo x female reader]
FanfictionEl físico deja de importar cuando te das cuenta de que no necesitas a alguien para exhibir, necesitas a alguien que te ayude a vivir. ― Si necesitas un motivo para vivir, ven, y vive para mí. Este libro contiene contenido sexual explícito (lemon), a...