Cristiano y Marcelo se la pasaban juntos casi que todo el día, vivían contándose chismes, haciéndo bromas, tanto a ellos como a los demás, también se turnaban para ir a sus casas a hacer cualquier cosa que se les ocurriera.
Justo el día que Luka fue a ver a sus nuevos compañeros, Cristiano no estaba, Marcelo lo había encontrado extraño, ya que normalmente avisaba cuando venía, pero justo ese día ni siquiera pío recibió su amigo.
Ya Luka tendría que acostumbrarse a algunas costumbres de cada uno, y a la vez aprender un poco más de español, ya que no entendía algunas pocas palabras que le decían.
El croata había ido junto con Gareth hacia los vestidores nuevamente, justo Luka tenía que hacer unas grabaciones que iban a quedar para la historia, de cuando logró entrar. Sentía la emoción por un lado, y por el otro una inmensa decepción por todo lo que pasó. Sentía que tal vez todo el peso iba a caer en él luego de lo que sucedió.
En el momento de la grabación, Luka estaba en la cancha con una pelota, por suerte no tenía que decir nada, solamente era un video como para la primera impresión tal vez. Bale estaba en alguna parte viendo a Luka ahí haciendo sus maniobras.
Sergio estaba junto con Özil en los vestidores, esperando a que Luka terminara su breve grabación, y así finalmente salir a la cancha a entrenar un rato. Iba a ser el primer entrenamiento del croata, ya que hubo inconvenientes el día anterior.
Marcelo y Kaká estaban haciéndose pases entre ellos en los vestidores, Sergio ya no aguantaba escuchar la pelota llendo de un pie al otro, era un ruido que lo vibraba demasiado, además de que era su único momento de paz que había conseguido.
—¡¿Pueden parar?!—. Sergio trató de no gritar muy fuerte, con tal de que los de afuera no los escucharan.
—No, y cálmate—. Marcelo no aguantaba mucho las quejas de Ramos, así que siempre llevaba la contraria, nadie se atrevía a hacerlo pero Marcelo lo hacía sin problemas.
Sergio empezó a jugar un poco con su cabello, dejándolo completamente fuera de lugar, puesto a que lo tenía un poco largo y gracias a ello podía hacer lo que quisiera.
Los otros dos seguían pasándose la pelota como si nada, Özil volvió a decir lo mismo que había dicho Ramos, pero con un toque más sereno con tal de no sonar tan agresivo. Mesut parecía la marioneta hablante de Sergio.
—¡Eu disse que não seu...!—. A Marcelo casi se le escapa una palabrota en portugués, pero recordó que si le decía algo a Özil, ya vería las brutales consecuencias que dejaría el español.
Kaká ya estaba acostumbrado a ese comportamiento que tenía Marcelo cuando se estresaba, la verdad no es así con nadie, solo es con Sergio, con los demás es como un sol brillante en persona.
Luego de unos minutos más vieron como Luka iba entrando a los vestidores, el croata logró ver como los dos brasileños dejaban de pasarse la pelota.
Tuvieron que irse a entrenar cuando vieron que se habían ido la gran mayoría de los que estaban grabando. Al menos podrían entrenar tranquilos.
Modrić nunca le había prestado atención al cabello de Sergio, parecía algo tan natural y lacio, lo habría tocado si no fuera por lo de la discusión.
Luka, Marcelo, Kaká y Gareth estaban haciéndose pases, en realidad entre los cuatro estaban para criticar. Kaká era un extra, hablaba pero poco, no le gustaba eso de tener que juzgar a las personas. Dios no lo había enseñado a juzgar.
—No lo sé, ¿pero como mierda Özil pudo ser amigo de ese ser?—. Preguntó Marcelo, mientras tanto, Luka sólo alzó los hombros como en señal de que tampoco sabía.
—Özil sabe cosas de Sergio que nosotros no sabemos, ese es el caso, y no creo que quiera que Özil le cuente a todos, así que es algo lógico, lo manipuló con intenciones de que, obviamente no le contara a alguien por lo que pasa—. Explicó Gareth con cierta dificultad en su voz.
—Kaká, ¿não vai dizer nada?—. Preguntó Marcelo a su otro compañero, este solo negó con la cabeza, sólo quería ser testigo de lo que estaba sucediendo y escuchar.
—No tengo dudas de que Özil sea un robot construido para que sólo Sergio pueda tenerlo a su lado—. Comentó Gareth, pudo ver como Marcelo intentaba aguantarse la risa.
Soltó tremenda carcajada que hasta Sergio pudo escuchar.
No pudo evitar gritar, obviamente para retarlo.
—¡CÁLLATE, MIERDA!
Todos se quedaron mirándolo, vieron como Mourinho se iba acercando a él, le decía cosas que solo Sergio entendía. El resto tuvo que seguir con lo suyo como si nada.
Luego de unos segundos José se había ido de ahí, las miradas de los demás no faltaban. Volvieron con una cantidad de murmullo tremendo, Sergio sentía que sus oídos estaban contenidos de zumbidos de abejas al escuchar al resto. No le gustaba la sensación. Sabía que él era el culpable de que lo juzgaran.
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Tú voz - Lukamos
FanfictionLuka Modrić había acabado de entrar a los vestidores. Justo cuando entró, pasó algo terrible. Esta historia relata como unos ataques de ira falsos podían ser controlados por el amor.