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Nuevamente había entrenamiento, y por primera vez Luka llegó temprano, casi siempre llegaba cuando el resto ya estaba ahí. Pero de esta vez, no supo que milagro fue ese.

Se quedó sentado mirando el celular, entró a Instagram a sacarse unas fotos con los filtros más "ridículos" según él. La verdad le gustaba sacarse ese tipos de fotos y guardarse solamente para él.

Cuando escuchó que unos pasos se iban acercando, rápidamente dejó el celular de lado. Era Sergio el que iba entrando, pero milagrosamente con una sonrisa.

Lo que no se había enterado, era que estaba borracho nuevamente, no quería que se notara lo desepcionado que estaba por haberle pasado un mensaje equivocado a su compañero, tuvo que olvidarse los problemas de una muy mala forma.

Luka frunció el entrecejo y se quedó viéndolo para ver que hacía, y el por qué estaba feliz.

Sergio había dejado sus cosas de lado y fue hacia donde estaba Luka, decidió irse a quedarse a dormir apoyando su cabeza arriba de sus piernas.

—Qué hermosa eres con ese cabello—. Dijo Sergio, inconsciente, era algo demasiado obvio.

Empezó a tocar el cabello del croata mientras sonreía como bobo, Luka se dio cuenta que no estaba para nada bien. Pero escuchar esos elogios de esa persona, la cual sabía como era realmente, era algo curiosamente lindo.

La mano del español había bajado por sus mejillas, hasta llegar a la boca del rubio, y así sentir una sensación suave que con nadie había sentido. Luka inconscientemente se iba quedando rojo, no supo si era por la vergüenza o porque se sentía bien, al menos en ese momento.

«Sergio, no soy tu mujer, deja de hacerme quedarme con la duda». Luka creyó que Sergio lo iba a entender, y no supo cómo pero así fue.

—¿Duda de qué, cariño?, si eres mi mujer y nada me haría cambiar de opinión—. Sergio sonrió luego de decir eso.

«Cállate».

Sergio empezó a bajar su mano hasta llegar al pecho, empezaba a sentir unos latidos algo rápido causado por los nervios que le ofrecía.

—¿Te puedo besar?

Luka se quedó completamente callado y más rojo de lo que ya estaba. Quedó esperando a ver si alguien venía pero nada, mala jugada del destino.

«Me duelen las piernas». Todo fuera para salir de esa situación.

Sergio se fue de donde estaba y se sentó al lado de Luka, no pensó dos veces en ponerlo encima de él, y así quedarse los dos juntos, uno arriba del otro.

«Sueltame..»

—No hasta que me des un beso—. Dijo Sergio mientras miraba los labios del pequeño.

«¡No quiero!»

—Entonces no te soltaré.

Luka se quedó mirando a los ojos de Sergio, no supo cuando fue que estaban besándose, tal vez fue su instinto el que lo había ayudó a acercarse.

Era algo lento, algo para empezar lo que se sabía que era una ilusión, pero Luka sentía curiosidad por descubrir más sobre ese lado cariñoso, aún que no sabía porque tenía tanta curiosidad.

Pasaron unos minutos y se separaron, Luka estaba con un color carmesí, mientras que Sergio sonreía, una sonrisa que parecía lo más hermoso. El croata se quedó pensando si sólo él logró ver ese lado cariñoso.

Lo que Luka no se había dado cuenta, fue que Özil había visto lo que había pasado, se sintió algo incómodo y demasiado celoso. No supo porqué. Pero tampoco quería decirle a todos a lo loco de que los había visto besarse, no era tan malo. Ahora le quedaba guardarse como secreto, eso le iba a dificultar.

Özil había escuchado más pasos y tuvo que entrar a los vestidores, aún que sea para marcar presencia.

—Hola—. Saludó algo nervioso el alemán, Luka salió de donde estaba lo más rápido, había escuchado más pasos acercarse. Vio que su burbuja de estrellas coloridas había explotado, no sabía cómo recuperar forma con lo que había pasado hace un momento. —Lo siento mucho por interrumpir...

Luka negó con la cabeza como diciendo que no pasaba nada, vio al resto entrar.

Sergio estaba super inconsciente y todavía nadie se había dado cuenta. Lo que sí fue muy extraño era la manera la cual el español no quitaba los ojos encima de Luka.

Marcelo le dio una bofetada a Sergio con tal de que dijera algo al respecto.

—¿Todo bien?—. Preguntó el brasileño, Iker estaba atrás viendo lo que estaba pasando.

—Sergio no está en buen estado—. Dijo Özil a lo bajo, tenía una mirada de preocupación. Estaba sobrepensando en ese exacto momento, ¿Y si lo dejaba por Luka?, ¿No tendría más amigos?, ¿Todos se burlarían de él porque perdió la amistad con uno de los mejores defensas?, ¿Estaría solo para siempre?..

Todos habían escuchado lo que había dicho Mesut. Y se pusieron de acuerdo con él de que algo estaba mal.

No tuvieron más remedio que llevarlo a casa, estaba en el estado más extraño que sus compañeros pudieron ver.

Özil tuvo que llevarlo, el resto se quedó cuidando a Luka mientras tanto.

—¿Sabes por qué está así?—. Preguntó Iker dirigiendo su vista al croata.

Luka negó con la cabeza.

Al final tuvieron que quedarse con la duda, tenían que entrenar y no perderían tiempo con alguien que odiaban. Luka era el único que estaba más tenso de lo normal. No paraba de pensar en lo que había pasado, y todo culpa de su curiosidad y de que no se había controlado tampoco. Era como que por un segundo quería aprovechar algo único, y así fue, pero trataría de no tomarse con tanta seriedad lo que había pasado. Luka se había dado cuenta del gusto a cerveza que tenía en la boca, así que se dio cuenta de que Sergio no lo iría a retar tampoco.

Tú voz - LukamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora