Marcelo aún no dijo a Luka lo que Sergio le había dicho, pero sí pensaba en contarlo en cualquier momento.
Modrić todavía seguía pensando en aquella sonrisa que le había dado Sergio a él, creía que estaba borracho de nuevo, pero no estaba alucinando, estaba normal. Y tampoco había sentido olor a cerveza por el lugar. No entendía que pasaba. Tampoco habló sobre el tema de lo que había pasado mientras estaba ébrio. Pero para el croata era mejor que no hablaran del tema.
Otra vez estaban con los mensajes de siempre, habían puesto horario para ir a entrenamiento otra vez, tuvo que ir nuevamente por si acaso, ya que al día siguiente había partido. Luka no sabía quién era que les tocaría enfrentar, no le habían avisado nada por el momento. Era algo extraño.
Cuando llegó allá vio que habían algunos, de esta vez si fue algo tarde por estar comiendo. Ya que se había tomado su tiempo para comer bien.
Özil y Sergio estaban haciendo carreras, lo que sí es que Modrić se dio cuenta que Mesut estaba demasiado feliz aún que perdiera. Igualmente no le afectaba lo que le pasaba a ellos dos. O bueno, un poco, no sabía porque exactamente, pero estaba bien, eran mejores amigos y podrían dar un empujón para ser pareja.
Hoy Luka estaba con Gareth nuevamente, Bale estaba completamente callado, no sabía que decir, pero a Modrić tampoco le molestaba, deseaba que no le hablaran al momento de entrenar. Le gusta tener una compañía silenciosa, o al menos por el momento ya que estaba decifrado lo que hacían aquel par.
Marcelo se fue hacia donde estaba el croata y lo abrazó desde atrás, primera vez que lo hacía, y que Luka sintió el mayor susto de su vida. Dio media vuelta y pudo ver la imagen de Marcelo que era un poco más alto que él. A decir verdad todos le pasaban de tamaño, no le gustaba eso de ser el más pequeño del club.
—Lukita, Bale—. Los dos lo miraron algo confusos. —¿Vieron a la parejita, no?—. Los dos asintieron con la cabeza. A Luka realmente no le importaba. —Bueno, lo que pasa...—. Kaká le dio un empujón tremendo, no había visto que estaba Marcelo adelante.
—Eu sinto muito..—. Agarró la mano de Marcelo y lo ayudó a levantarse, los dos se quedaron viéndose fijamente, todo culpa de Marce que no quería soltar el contacto visual que estaban teniendo. Kaká por otro lado tuvo que dejar. —¿Cómo están?
—Bien, ¿y tú?—. Respondió Gareth, mientras que Luka sólo hizo un gesto con el pulgar como diciendo que estaba bien también.
—Muy bien, gracias por preguntar.
Marcelo le dio unos toquecitos en el hombro a Kaká y le hizo señas para que fueran a los vestidores, por alguna razón tenían que estar a solas.
Y así fue, los dos desaparecieron de la cancha, cuando llegaron se quedaron callados, en realidad era Marcelo el que tenía algo para decir.
—¿Y?
—¿Cómo me puedo declarar a alguien que me gusta?—. Preguntó Marcelo, y si, podría el mismo tomarse sus mil ideas pero prefería una opinión sincera.
—Dile lo que sientes—. Kaká se quedó pensando en quien será que le gusta.
—Siento felicidad.
—Entonces dile.
—Cuando pueda le digo—. Dijo Marcelo algo nervioso, se fue corriendo con tal de no pasar más vergüenza. Vio que todos se iban a los vestidores, ¿acaso se había terminado el entrenamiento?
Özil iba agarrando a Sergio desde el brazo, puesto a que también era más alto que él y le parecía más cómodo ir así.
Todos se sentaron, dejaron a Ramos y Mesut en el centro, Marcelo apoyó su cabeza en el hombro de Kaká, aprovechando que estaba al lado de él.
Luka por otro lado parecía enojado y tenso. Sabía que tal vez Özil iría a besar a Sergio con tal de que nadie se le acercara o algo. Ya sabía que el alemán estaba demasiado celoso de Modrić y que haría hasta el acto más vergonzoso en frente de él con tal de que no se acerque ni un poco.
Özil estaba con los brazos apoyados encima de los hombros del más alto, Sergio se sentía en el mundo de la Luna, no sabía que había pasado para que de pronto hubiera pasado tal locura como esa, de que ese "mejor amigo" lo fuera a besar ahí enfrente de todos.
Todos aplaudieron cuando vieron lo que sabían que iba a pasar, lo que nadie sabía era que entre Sergio y Luka estaban comunicándose por sus mentes, o bueno, Luka creía que iba q funcionar.
«Sergio».
«...».
«Responde, maldito». Sergio no respondía, obvio que estaba ocupado besando al que estaba con él, no quería ilusionarse con la idea de que eran novios, Özil ni siquiera le dijo nada, solamente lo sometió a esa situación a la fuerza.
Sin embargo, lo que nadie sabía, era que a Marcelo, lo tomaban como psicólogo y prácticamente le contaban todo lo que les pasaba por su mente, y sería fácil para Marcelo hacer que entre los dos surja una pelea por algo que alguno de los dos cuente, pero no tenía eso en plan, estaba enfocado en el ejemplo de su otro compañero brasileño, ser solo espectador y si están felices pues que lo estén. Pero a Luka no le agradaba la idea de que fueran felices. Para él era como si dos personas sumamente manipuladoras estuvieran juntas. No era una muy buena idea de que estuvieran así. Pero no sabía cómo apartarlos, así que tuvo que irse.
Sergio ni siquiera se dio cuenta de cuando desapareció, ya que cuando se separaron del beso fue directo a ver hacia dónde estaba el croata, ya que había escuchado su voz pero lo había ignorado por completo.
Cuando vio que no había nadie en ese exacto lugar, no tuvo otra que también irse, por alguna tonta razón estaba pensando en cuando fue que Luka se había retirado sin previo aviso, ya que todos estaban ahí, menos él.
Luka mientras iba en camino a su casa, se quedó pensando en que no debería de sentirse mal por eso, o bueno, a la vez no se sentiría tan bien, sabía que ese dúo no era lo mejor que había pasado, y tal vez los dos llegarían a tal punto de molestarlo por cualquier cosa. Tenía que detenerlos, pero no sabía ni siquiera como mierda se manipula, y su otro defecto era que no hablaba, al menos se podía comunicar con Sergio, no sabía cómo ni cuándo descubrió eso, pero se le había dado la gana de usar su mente para comunicarse, y así descubrió que al menos con él podía comunicarse. Quizá debería de primero hablar con él sobre lo que estaba a punto de suceder. Pero recordó que entre los dos había un odio mutuo y así Sergio tampoco le daría la más mínima importancia a sus advertencias.
Ahora Modrić se sentía en la miseria, en una bendita miseria que no sabía ni siquiera el porqué estaba así. Supuso que tal vez estaba celoso de que Özil si pudo conseguir su atención, mientras que al croata lo odiaba. Tal vez ni siquiera podría cambiar de opinión a respecto del odio que sentía Ramos.

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Tú voz - Lukamos
FanfictionLuka Modrić había acabado de entrar a los vestidores. Justo cuando entró, pasó algo terrible. Esta historia relata como unos ataques de ira falsos podían ser controlados por el amor.