Capítulo 6 | Orgullo

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Jack miraba con aburrimiento como el agua de la fuente caía desde el pilar de mármol central en pequeñas cascadas que eran interrumpidas por una base circular, para luego caer con más suavidad en el final. Llevaba la cuenta de los días que habían pasado desde su llegada al castillo del Reino de Tierra, exactamente veinticinco días, es decir, casi un mes, el hecho de pensar que en menos de tres meses se casaría hacía que su estómago se revolviera. Había continuado asistiendo a las últimas dos pruebas eliminatorias, aparte de para matar el tiempo, todavía seguía interesado en James. Para su mala suerte, cada vez que una prueba acababa, antes de siquiera poder buscarlo, él ya se había ido con su entrenador. "Es como si me evitara" -pensó con la mirada fija en el agua cristalina.

Percibió un aroma floral a su lado, al girarse se encontró con la princesa, que sonreía resplandeciente.

-¿Te importa si me siento contigo?

Jack la miró algo desorientado, era la primera vez que escuchaba su voz y era... armoniosa, encantadora. Asintió a duras penas y se hizo a un lado, un gesto algo estúpido teniendo en cuenta que era el único sentado en el borde de la fuente. Ella recogió con cuidado las faldas de su vestido celeste y al sentarse las colocó bien, se frotó las manos con algo de frío, los inviernos en el Reino de Tierra eran crudos.

-No sé si mi padre te haya informado, pero esta tarde saldremos para saludar a los ciudadanos -una sonrisa acompañada por un sutil rubor plateado apareció-. Tienen que conocer a los futuros reyes.

-Sí, ya lo sabía.

Intentó no sonar muy seco, aunque aquel fuera su tono habitual, realmente no le hacía mucha ilusión que le estuvieran recordando lo poco que faltaba para ese compromiso forzado, por suerte Adeline no se veía como una chica egoísta y vanidosa, todo lo contrario, era dulce y amable. Había una especie de tensión incómoda entre ellos, Jack era una persona de pocas palabras y la pobre princesa era terriblemente tímida, había acudido a ver a su prometido más que nada por mero impulso de conocer más de él. "Solo quiero conocer a la persona que pondrá una alianza en mi dedo" -pensó acongojada-. ¿No es nada malo no? Había tomado una decisión y ahora que se encontraba ahí, haría todo lo posible por intentar que su relación funcionase, y que así el compromiso fuera lo más cómodo y llevadero para ambos. Aún si así tenía que dejar su timidez de lado y armarse de valor, no sería la primera vez ni tampoco la última.

-¿Cuál es tu época favorita del año? -preguntó abruptamente y con la voz monótona y franca, como si hubiera estado preparando esa pregunta de antemano.

Jack alzó las cejas sorprendido y lo pensó seriamente, ¿cuál era su época favorita del año? Era una pregunta muy simple, tampoco sería tan difícil de contestar.

-Diría que el otoño -contestó decidido, ganándose la curiosa mirada de la omega-, el invierno es demasiado frío, el verano da puto asco, por lo que el punto intermedio es el otoño.

-Entiendo tu razonamiento.

-¿Y la tuya?

-La primavera, por supuesto. Es la época donde mis habilidades son más fuertes y productivas, ahora en invierno hasta hacer crecer un helecho me cuesta.

Extendió la palma de su mano y del suelo comenzó a salir un pequeño tallo, este poco a poco fue creciendo hasta florecer en un hermoso narciso blanco. Ella sonrió mirando a la plantita, mientras que Jack observaba asombrado a la muchacha, no sabía de qué se sorprendía realmente, siendo del Reino de Tierra lo obvio es que su poder estuviera relacionado con las plantas, al igual que el suyo con el aire.

-Y... ¿Cuál es tu animal favorito? -Jack soltó una risa nasal.

-¿Qué has sacado esas preguntas de un curso sobre cómo conocer a la gente? -comentó sarcástico- Sin dudarlo, el gato.

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