ROYALTY |◇| REBORNPLAY

Capítulo 13 | Cyrus Black

—Espera, espera un momento —Reborn frenaba el relato de Auron aún estupefacto, necesitaba repetirlo en voz alta para créerselo—. ¿Me estás diciendo enserio que por no saber usar una espada con la mano izquierda te rompió la derecha?

—Bueno, realmente no fue así, me dió la opción de romperme yo la mano derecha o que me la rompiera él, obviamente elegí la primera.

Reborn observaba anonadado a Auron y su expresión relajada, ¿cómo podía mantenerse tan impasible mientras hablaba de algo tan cruel?

—¿Puedo continuar?

—Si, si... continúa...

Auron prosiguió relatando todo lo que Reborn no sabía hasta que llegó al momento en el que se conocieron, Lolito escuchaba todo desde la cocina mientras su ira se acrecentaba. Cuando el menor terminó, Reborn ni siquiera podía articular palabras, era devastador y ni siquiera sabía cómo Auron podía hablarlo con tanta naturalidad, miró fijamente los brillantes orbes dorados del más bajo y se preguntó cómo un alma que había sufrido tanto podía seguir brillando de esa manera. Lolito salió de la cocina y sacó nuevamente su cuchillo, esta vez en lugar de ir a parar al cuello del príncipe simplemente se puso a jugar con él como quién tiene un coche de juguete.

—Bien, entonces, ¿podemos ir ya a por el imbécil de tu jefe? —urgió con impaciencia.

—Os llevaré a la Fortaleza de los Asesinos —dijo—. Me da igual lo que le hagáis, pero no se puede enterar de que me marcho de este reino por un tiempo indefinido, ¿entendido?

—¿Por qué no lo puede saber? —habló finalmente Reborn.

—Porque no me lo permitirá.

Los tres se quedaron en un silencio inquietante, Auron se levantó y caminó hasta la puerta con paso decidido siendo el primero en salir del apartamento. Reborn le siguió pero antes de poder salir Lolito le agarró del brazo con fuerza, impidiéndole poder caminar.

—Ni se te ocurra tocarle ni un puto pelo en mi presencia, ¿entendido? —susurró con tono amenazante, Reborn le miró de soslayo y le gruñó.

—¿Enserio? ¿De nuevo? —Auron les miraba con disgusto desde la puerta— Como sigáis peleando no os llevaré con Cyrus a ninguno.

Inmediatamente Lolito soltó a Reborn y se la adelantó para ir al lado del menor. El viaje hasta la Fortaleza de los asesinos fue largo y silencioso, Auron iba varios metros por delante pues era el único que sabía como llegar, ni Lolito ni Reborn intercambiaron palabras en ningún momento. Cuando llegaron Auron sacó de la mochila una llave y abrió la puerta principal, esta chirrió cuando fue empujada y llegaron al vestíbulo.

—Evitad el contacto visual y no habléis con nadie —advirtió en voz baja cuando estuvieron dentro.

Atravesaron varios pasillos vacíos y llegaron a salas donde se podían apreciar a otras personas peleando y entrenando, cuando Auron pasaba por delante todos les miraban con desagrado y los murmullos era lo único que se escuchaba.

"Al parecer no se llevan bien con Auron" pensó Reborn siguiendo las indicaciones de Auron y evitando hacer contacto visual con el resto de personas. Después de un trayecto casi interminable llegaron a una puerta que fue abierta por el menor, desde fuera se podía oler el aroma a chocolate negro lo que alertó a los dos alfas presentes. Auron abrió la puerta, y, como si ya llevara un rato esperándolos, Cyrus estaba sentado con una postura imponente sobre la silla de su despacho. Al entrar Auron se apoyó en la pared con los brazos cruzados, tanto Reborn como Lolito analizaron de manera fulminante a Cyrus.

—Que grata sorpresa, Auron —dijo Cyrus sonriendo—. Al parecer te fue bien en el castillo, me alegro.

El menor de manera inesperada se acercó hecho un basilisco hacia el escritorio y apoyó sus manos con fuerza.