Capítulo 11 | Secretos

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Postrado en una cama de matrimonio, con un cabestrillo en el brazo derecho, la mitad del cuerpo lleno de vendas e inmovilizado. Así se hallaba Auron. Gracias a su victoria en el torneo le habían cambiado de habitaciones, ahora se encontraba en el ala del castillo reservada para las personas que estaban al servicio del rey. Habían pasado dos días desde el torneo y no se había movido de allí, pues tenían que sanar sus heridas y recuperarse. En esos días Auron se aburría demasiado, literalmente no podía levantarse de la cama y las únicas veces que tenía contacto humanos con otras personas era cuando Magnolia le llevaba comida y limpiaba el dormitorio o cuando las enfermeras se encargaban de aplicarle bálsamos caseros o cambiarle el vendaje, en definitiva estaba harto de su encierro.

Gracias a los dioses Focus le estuvo llevando libros de la biblioteca que el omega se tragaba de un día para otro aunque la sensación de soledad no desaparecía. De alguna manera extrañaba sus antiguos aposentos, aunque las condiciones de vida allí fueran menos lujosas, al menos las feromonas que flotaban en ese aire le reconfortaban. Y sí, el aroma a café. Con el tiempo se acostumbró a esa amargura y ahora era una especie de nicotina que se había acostumbrado a sentir, ahora no la tenía. No se engañaría a sí mismo, desde que despertó había tenido la esperanza de que el príncipe fuera a visitarlo aunque fueran unos minutos.

"Tendrá una vida ocupada, en dos meses se casará y es normal que no tenga tiempo para mí."

Se reñía a sí mismo por pensar tanto en él y extrañarle, quisiera o no su relación con Reborn se había fortalecido y su omega le había cogido cariño al alfa. Llamaron a la puerta y Auron resopló, había perdido la noción del tiempo, quizás era Magnolia que le llevaba el almuerzo.

-¡Adelante! -bramó con desgana y suspirando, escuchó pasos y levantó la cabeza de la almohada. Su corazón saltó y sus feromonas se expandieron efímeramente- Reborn.

El príncipe se acercó con cautela al asesino y se puso a un lado de la cama. El cuerpo de Auron destilaba un agradable aroma a vainilla, el alfa lo inspiró con gusto y dejó que sus feromonas se expandieran, ya estaba acostumbrado a hacer eso en presencia del omega.

-¿Cómo estás? -preguntó, Auron rió sarcástico.

-Como me ves, hecho una mierda -movió el brazo que tenía el cabestrillo y sonrió con amargura. Sonrió coqueto-. Ahora que has llegado tú mejor.

El calor subió a las mejillas del alfa, Reborn tosió y miró a los lados nervioso, evadiendo la sonrisa y mirada traviesa del omega.

-No puedo estar mucho tiempo aquí... he conseguido escaparme pero luego tendré que cumplir con mis obligaciones reales. -Puso los ojos en blanco y volvió a centrar su atención en Auron-. Tú y yo tenemos algo pendiente, ¿lo sabes no?

-¿Algo pendiente? -repitió haciéndose el loco, Reborn cruzó sus brazos- No sé de qué me hablas.

Esta vez fue el turno de Reborn se inclinarse hacia Auron, acercó su rostro a la oreja del contrario y el cuerpo del omega se tensó.

-"Si mañana gano la final, te responderé todas las preguntas que quieras." Es eso lo que me dijiste el domingo. Bien muñeca, vengo aquí a reclamar lo que me toca. -Se separó y miró al contrario de manera altiva, Auron bufó.

-Bien, ¿qué quieres saber?

-¿Quién eres? Y quiero que me digas la verdad, sé que tu nombre realmente no es James.

Auron miró ojiplático a Reborn, ¿cómo se había enterado? Quizás el príncipe había extorsionado a alguno de sus sirvientes o simplemente escuchado a través de la puerta, no sería la primera vez que lo hacía.

ROYALTY |◇| REBORNPLAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora