seis

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Finalmente, el día llego. Nos alistamos los chicos y yo para partir hacia el aeropuerto donde nos esperaba el jet privado de los chicos quien nos dejaría en Paris.

Terminaba de cerrar mi maleta con un poco de complicación ya que siempre tengo la magnifica idea de comprar cosas sumamente innecesarias y luego pagar peso extra en el aeropuerto.

Traté de sentarme en ella y poder cerrarla, no tuve éxito.

-¿Necesitas ayuda con eso? - Alce mi merada y sonreí, Tom estaba parado en frente de mi con su mochila en el hombro derecho mientras sostenía su maleta con el brazo izquierdo. - Si con ese culo no puedes, mierda, no creo que yo tampoco pueda hacerlo eh. - Subió sus lentes de sol, luego me tomo de los brazos haciéndome parar. Se sentó en donde yo estaba, y como era de esperarse, la maleta seguía sin cerrar. - Carajo Rosella, ¿Acaso llevas medio hotel aquí o qué? - susurro un poco ya que eran las cinco y media de la mañana y la mayoría de los huéspedes se encontraban en el tercer sueño.

-Si solo vas a molestarme, estaba bien yo sola cerrando mi maleta - coloque nuevamente los lentes de sol que traía en la cabeza - Quítate. - Torpemente quise agarrarlo de los brazos, el me tomo por la cintura haciéndome sentar sobre su regazo, sonreí internamente.

Logro cerrar ambos cierres de dicha maleta, me subió los lentes y sonrió guiñándome un ojo.

-Hacemos buen equipo bonita. - Junto su nariz con la mía, muy, muy cerca de mi boca. Bajé nuevamente mis lentes, cuando quise pararme me tomo con mas fuerza. - Quédate un momento, hace frio y tu me mantienes caliente. - ¿Acaso eso fue con doble sentido? No lo sé, es muy temprano para pensar.

-Vaya, vaya. - Bill, Gustav y Georg miraban la escena con sorpresa y naturalidad a la vez. - esto si es digno de una fotografía eh - Bill sonrió - ¿Ya te puedo llamar cuñada? -

-En tus sueños Bill. - rápidamente me solté de su agarre acomodándome la ropa. - Gracias Tom, pero si me rompiste algo de ahí adentro espero que me lo deposites a mi cuenta. - rio.

-Lo que te quiero romper no se encuentra ahí adentro - También se paró, dándome mi maleta color dorado rosa mientras que los chicos comenzaron a reírse de su comentario.

Me voltee a verlos con las cejas alzadas, a lo que de inmediato cerraron la boca.

-Así me gusta, si siguen riéndose de mí, vayan a pedirle al papa que les tape esas asquerosas marcas que siempre traen en sus cuellos. - Rei mientras caminaba hacia la puerta.

Charlaba con Bill quien me comentaba sobre el carísimo perfume que se había comprado el día anterior.

-Tiene un aroma carísimo, me siento carísimo. - Dio una vuelta en su sitio haciéndome reír.

-Hey Ro... - Natanel me interrumpió el paso.

-Hazme un lugar en el ban Bill, de lado de la ventana ¡Por fa! - Asintió con la cabeza mientras saludaba a Natanel con su mano.

-Dime -

-Dejame ayudarte con eso - estaba por tomar mi maleta cuando alguien se interpuso.

-Tranquilo, hermano. Yo puedo con esto. - Tom hablo. Rodee los ojos y me cruce de brazos.

-Tom, me gustaría hablar con Rosella. -

-Claro, hazlo. - Se quedo parado al lado de mí.

-Solos... - Natanel llevo su mano hacia su nuca, mostrando incomodidad.

-¡Mh, que lástima! - Tom levanto sus hombros - ¡Ya nos vamos! - tenia razón, se nos hacia tarde.

-Nos llevara un minuto - tomo mi mano, Tom lo estaba matando con la mirada.

𝗕𝗨𝗥𝗟𝗘𝗦𝗤𝗨𝗘 | 𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora