veintiséis

13.5K 699 758
                                    

Narra Tom:

-¿Te gustaría finalmente ser mi novia, Rosella? - dije sin más, haciendo que ella alce su mirada.

Nos miramos ambos durante varios minutos, el ruido de las olas hacia que todo sea aun mas intenso, el reflejo del caribeño sol le quedaba espectacular. Su mirada reflejaba tal cantidad de emociones que no me alcanzaría un libro entero para describirlos. Ella quería decirme algo, pero algo se lo impedía...

-¿Ro? - volví a preguntar, sus ojos volvieron a cristalizarse.

-Di que me amas. Ahora. - soltó. Mi corazón comenzó a latir mas rápido. - No después de una pelea, no después de acostarnos. Ahora. - indico. - Mírame a los ojos, y di que me amas.

-Ro...- Joder me costaba tanto, su mirada me hacia estremecer una y otra vez.

-Lo sabía. - se levanto abruptamente, haciendo que yo caiga para atrás. Empapándome con el agua. Rápidamente me levante y la tome por su mano, estaba completamente fría. - ¿Acaso crees que soy tu caso de caridad? ¿Sientes lastima por mí? - limpio sus lagrimas con agresividad. - ¿Es por lo que ahora haces todo esto? -

-Rosella, no...- mis piernas amenazaban con dejarme car al suelo. Tenía muchísimo miedo, joder la quiero tanto, no quería que mi cabeza que juegue una mala pasada, no ahora.

-Dilo. - repitió, acercándose más a mí. - Mírame a los ojos y dime que me amas, nada de rayones, nada de luces, nada de apretones de manos. Dímelo mirándome a los ojos. -

-Rosella...-

-¡¡Tom!! - grito. - ¡Estaría a tu lado en la tierra y hasta en el infierno, por ti! ¡Estaré ahí para ti, para guiarte! - hablo duramente la chica que es la dueña de mis suspiros. Trague para deshacer el nudo de mi garganta. - ¿¡Tú me amas?! -

-¡¡Te amo!! - dejé que mi corazón hablara, le di lugar a el por primera vez en mucho tiempo. -¡Desde el momen...! - mi aliento se desvaneció por unos segundos, respiré hondo y seguí. - ¡Desde el momento en que te vi bajar esas jodidas escaleras! - llevé una de mis manos hacia mi pecho, sintiendo como mi corazón latía con desespero. - ¡Te amo desesperadamente, no puedo respirar si no te tengo cerca! - El llanto se hizo presente. - Te amo Rosella...- suspire. - Mi corazón quema por ti, mi corazón late por tu nombre...- ya el llanto era imparable.

Ella, tan bella y ruborizada salto en mis brazos. La tome fuertemente por la cintura, dando vueltas en nuestro lugar. De a poco, dejándonos caer nuevamente en la arena, empapándonos más en el agua.

-¡Te amo! - bese sus labios.

Por fin lo dije, mirando a esos ojos que tanto llore, que tanto busque, que tanto ame.

-Te amo, Tom...- beso mi mejilla. - ¡Si quiero! - sonrió, arrugando su perfecta nariz, haciendo ese gesto tan ella, tan Rosella.

-Permíteme...- Tome una de sus delicadas manos, y coloque el anillo en su dedo anular, el dedo que conectaba una de nuestras venas hacia el corazón, el corazón que a partir de ahora me dedicare a amarlo y cuidar como nunca. Observando sus preciosas y llamativas uñas, quien yo había elegido el color para pintarlas, rojo vino.

Y como si de una pieza perfecta se tratara, el brillo de la preciosa pieza brillaba, no por el sol, por el brillo que ella desparramaba por sus ojos al verlo. Finalmente, ella decidió pertenecerme en su libertad. Ella era mía completamente, sin niñerías.

-Te queda perfecto...- entrelace nuestros dedos, ella rio.

-¡Te amo, joder! - se abalanzó sobre mí, haciendo que cayéramos nuevamente al agua. Dándome besos por todo mi rostro, haciendo reír.

𝗕𝗨𝗥𝗟𝗘𝗦𝗤𝗨𝗘 | 𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora