trece

14.7K 891 610
                                    


-Me enamore perdidamente de ti...-Me acomodo el cabello detrás de mi oreja, así podría admirar más mi rostro. -No volveré a dejarte ir...

Pasaron tres días de esa escena con Tom. Ambos decidimos tomar la decisión mañana, que es el día que vuelvo a mi hogar. Decidimos pensar bien las cosas, analizar cada detalle a la perfección.

El se puso en la postura de que, no necesitaba pensar nada. Estaba dispuesto a dejarlo todo por mí. Pero yo... ¿Abandonar todos mis sueños por él? Y no me refiero a mi compromiso, me refiero a mi carrera, mi pasión. Si me comprometo con Tom, viajaremos constantemente, no habrá tiempo para estar juntos. Tengo una hilera de ítems sobre las complicaciones de esta relación.

Eso no quiere decir que mis sentimientos hacia el no sean genuinos, solo que me corto tanto llegar hasta donde estoy, que dejarlo para mí sería imposible.

Mi cabeza daba vueltas y vueltas, haciendo que accidentalmente tirara mi base de maquillaje al piso, rompiendo su frasco.

-Mierda...- Me levante de la silla que se encuentra en mi tocador, donde estaba arreglándome para ir al parque de diversiones con los chicos, Bill organizo nuestra última salida aquí, y que mejor en un parque de diversiones lleno de niños, de mugre y esas cosas que odiaba. Pero saben cómo es Bill, siempre sale con sus ocurrencias de niño pequeño, observándote con esos ojos y esa sonrisa tan preciosa que se carga ¿Quién podría decirle que no?

-¿Ro? - Emery toco sutilmente la puerta de mi habitación. -¿Se puede? -

-Ya estas adentro de todas formas. - termine de juntar el vidrio, solo queda ver como carajos limpiaba eso del piso que mi madre había cambiado hace un mes, obviamente, de color crudo. -Carajo...-

-Ouh... mamá sí que te matará. -

-Lo sé, Emery. Si vienes a molestar, te puedes retirar. -

-Hey, ¿Qué te pasa? -

-Nada. -

-Rosella. - Se sentó en el piso, cruzando sus piernas. La miré y también me senté junto a ella, jugando con la punta de la alfombra que yacía en el piso. -¿Aun no lo decidiste? -

Negue con la cabeza, mientras sentía como mis ojos se llenaban de humedad. Estaba cansada de llorar. Emery me tomo como si fuese un bebe, me acurruque en sus brazos como cuando éramos niñas. Extrañaba mucho a mi hermana.

-Se que quieres a Tom... Lo note desde que observe sus miradas el día que firmaron su contrato con mamá y papá. Que te diré algo. - bajo su mirada para verme. - Hoy se siguen mirando de la misma manera. -

-Em, ¿abandonar todo? Tu sabes lo que me costó todo esto. - suspire. -De verdad lo amo, pero ¿Natanel? El no se merece esto...- Dios me iba a explotar la cabeza. - Encima ahora tengo que verlos, y de verdad quiero hacerlo, pero...

-Estoy segura de que en algún momento del día te decidirás, ya verás. Siempre fue Tom. -

Luego de otros minutos de charla, termine de arreglarme. Fui hasta mi auto, una vez dentro traté de encenderlo pero...

-Vamos...- Nada, intente otra vez. -¡Hijo de puta! - definitivamente, no arranco. En el tablero marcaba algo, ¿Pero que diablos sabia yo? Solo me veía bonita mientras conducía. Nada más.

Piensa Rosella, piensa... ¿El guardia? Había llevado a Emery a su casa. ¿El auto de mamá? Desde que se lo choque, no hay chances de que me lo vuelva a prestar. ¿El auto de papá? No tenia ni puta idea de como conducir un Ferrari. ¿Uber? Imposible, es de noche. Ya está. Me quedare.

-Hola Bill...- Lo llame por teléfono. -Oye no podre ir hoy, lo lamento...-

-¿Cómo que no? ¡Pero si ya estoy por llegar al parque! - Note que Bill estaba conduciendo, ya que se oían bocinazos a cada rato. El es un desastre en las calles.

𝗕𝗨𝗥𝗟𝗘𝗦𝗤𝗨𝗘 | 𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora