Capítulo 102.

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¿Qué hizo por Jungkook?

Leo la carta una y otra vez.

"Esta ahí  Seokjin solo que te niegas a verlo"

"Te amare hasta el día que me muera"

"Encontramos donador, es anónimo no quiere que se sepa quien es"

"El vino a verme Seokjin, antes de entrar a cirugía me dijo que te amaría hasta su ultimo suspiro"

"Hwasa manipulo la grabación fabrico todo por que dice que esta enamorada de él"

"Hay algo que no sabes que te puede ayudar a perdonarlo pero le jure que jamás te lo diría y quiero cumplir la promesa que le hice a ese Namjoon así que busca, pregúntate todo lo que paso ese día que llegamos al hospital, es demasiado obvio para mi y debería serlo para ti"

"Estuvo en coma cuatro meses"

"¿Y esta cicatriz?"

Todo se arma en mi cabeza como si fuera un rompecabezas, siento como se me quiere salir el corazón del pecho ¡Por Dios!

«Él no lo hizo, él no fue

"¡Dios mío!, el fue el donante, el arriesgo su vida por él »

—¡Namjoon!—grito con todas las fuerzas que tengo y corro, corro lo más rápido que mis piernas me lo permiten-¡NAMJOON-ah!—vuelvo a gritar sin detenerme, lo veo a lo lejos, el voltea al escucharme, sigo corriendo necesito llegar a el pero tropiezo, me levanto rápidamente y él ya está corriendo hacia mi dirección.

Veo en su cara la preocupación pero no me detengo corro con el corazón latiéndome a mil, con el alma saliéndose de mi cuerpo, con todo lo que tengo hasta que choco con su cuerpo, lo abrazo con todas mis fuerzas, el me rodea abrazándome con la misma fuerza.

—¿¡Estas bien!? ¿Te paso algo?—pregunta preocupado separándose de mi, me toma el rostro tratando de encontrar algo, yo niego, tengo tantas emociones encontradas que no puedo hablar, las lagrimas me nublan la vista pero el me las limpia con delicadeza.

—¿Qué paso Jinnie?

—Y-Yo—le trato de decir pero los nervios me traicionan y mi respiración agitada me impiden formular alguna palabra.

—Respira—dice acariciando mi rostro, el también esta agitado pero es mas su preocupación, al no poder hablar hago lo único que deseo hacer en este momento, me prendo de sus labios con desesperación, tratando de demostrarle cuanto lo siento, cuanto lo amo.

Siento el sabor salado de nuestras lagrimas pero nos fundimos en un beso de profundo anhelo, el me carga, yo cruzo mis piernas rodeándolo y sigo besándolo desenfrenadamente.

—Pequeño ¿Qué tienes?—pregunta separándose de mi, mirándome como siempre lo hace.

—Namjoon te amo, te amo con toda el alma—le respondo mirándolo, limpio sus lagrimas y el limpia las mías.

—Lo siento, perdóname yo no sabia, perdóname por creerte capaz, perdóname por no saberte amar como tu lo haces, perdóname por ser tan ciego, perdóname por favor—le suplico, abrazándolo con fuerza no quiero perderlo, no quiero que sienta que es demasiado tarde.

—No hay nada que perdonar Seokjin—dice tratando de tomar mi rostro de nuevo.

—No tengo nada que perdonarte amor, mírame no te guardo rencor al contrario perdóname tú a mi.

Niego con la cabeza con rapidez.

—No, no tengo nada que perdonar, me equivoque pensé que habías sido tú el que nos corrío de la finca bajo la lluvia, perdón no debi dudar de ti, no debí, lo siento le digo, estoy temblando apenas y tengo fuerzas, el me mira extrañado, no entiende lo que dije, siento como su mandíbula se tensa.

—¿Cómo que te corri? Explícate—me pide, su mirada es indescifrable, no se lo que pasa por su mente en este momento pero se que está confundido.

—Ese día después de que me dijeras todo eso en el despacho, fui por Jungkook y por mis cosas para irme, no puede llevarme nada de mi ropa por que olía a ti así que solamente empaque algunas cosas de Jungkook, le pedí al señor Bai de que me llevara al centro pero esto me dijo que habías ordenado no darme ninguna ayuda.

—Hwasa te gritaba desesperada que no lo hicieras, pero te encerraste en el despacho o fue lo que yo creí, te suplique que tuvieras piedad, que estaba lloviendo que si querías no me volverías a verme pero que dejaras que Jungkook se quedara, pero no tuve respuesta, ellos nos sacaron arrastras en medio de la lluvia, Jungkook apenas y se podía mantener en pie así que tuve que cargarlo sobre mi espalda y corrí, lo más rápido que puede corrí con él hasta llegar a la avenida ahí alguien nos ayudo y no llevo al hospital pero Jungkook llego con hipotermia y poco después le dio neumonía.

—Los Drs. me dijeron que si no hubiera sido por eso él no hubiese necesitado el trasplante tan rápido, que su cuerpo fue sometido a demasiada presión y te odie por eso, te odie por que pensé que habías sido capaz de lastimarme así, era eso lo que no te podía perdonar, perdóname jamás debí dudar de ti de esa manera.

El por un rato no dice nada pero su mirada se llena de odio, rabia y dolor.

—¿Jungkook piensa lo mismo que pensabas tú? ¿Qué yo le hice eso, que fui capaz de eso?—pregunta con dolor.

—No, a él le dije que había sido una confusión que no lo habías ordenado, él pedía verte cada día, no podía romperle el corazón así. ¿Me odias? ¿Por pensar eso de ti me odias?—le pregunto con la voz temblorosa.

—Jamás podría odiarte Jinnie, soy incapaz de hacer eso y no es tu culpa, es culpa de ese engendro, pero te juro Seokjin que va a pagar todo lo que te hizo—dice bajándome, se que dice que no me odia pero su mirada me dice otra cosa.

«No es odio solo esta decepcionado⟫>

"¿Podrías no echarle sal a la herida?"

«Solo digo que él ya sufrió demasiado por nuestra culpa, es entendible que este cansado»

«¿Y que? ¿Lo dejamos?»

Me toma la mano para regresar a la finca pero no me muevo, lo jalo para que me vea no quiero irme, no hasta estar bien con el.

—Dices que no me odias pero tu mirada me dice otra cosa—le digo con firmeza, no podemos irnos así.

—Vámonos Seokjin—dice jalándome.

—No me voy a ir—digo sentándome en el campo.

—¿Puedes dejar de actuar como niño chiquito?—pregunta con firmeza.

—No me voy a ir hasta que dejes de mirarme así, como bien lo dijiste no es mi culpa y se que la regué y se que me odias así que no me iré hasta que lo aceptes—le digo haciendo un berrinche, me desconozco pero es lo único que se me ocurre.

—¡Que no te odio!—grita con frustración.

—Pues díselo a tus ojos que me dicen otra cosa—le grito levantándome.

—No te odio, pero quiero reventarte ese culo para que jamás se te olvide que nuca seria capaz de hacer algo así, grabarte a punta de embestidas lo que significas para mi para que nunca jamás vuelvas a dudar así de mi, pero no puedo perder así el control contigo así que por tu bien vámonos Seokjin—me advierte con esa voz ronca y grave que hacen que me estremezca, siento como me humedezco en segundos.

"Amigos fue un placer conocerlos"

—Hazlo, cógeme y reviéntame como desees—le digo quitándome la camisa.

Kim Seokjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora