Vegas.
Kinn y yo subimos al avión en silencio, lo conozco lo suficiente como para saber que quiere preguntar pero es lo bastante inteligente para no hacerlo.
Media hora después es cuando hace la pregunta que ronda su cabeza.
—¿Qué fue lo que pasó?
Aunque sabía que eventualmente el momento de responder llegaría, esperaba que al menos fuese cuando estuviéramos ya en casa.
—Encontré a Pete con Arm en su cama y antes de que lo preguntes es obvio que pasó algo entre ellos. Estaban desnudos. — al menos al hablar mi voz no flaquea, volteo a mirar a Kinn, de hecho él ya me observa y niega con ka cabeza.
—¿Cómo te sientes?
—Mal, obviamente. Sé que Pete y yo no éramos novios y no me debía nada, nunca hablamos de exclusividad pero pensé que estábamos llegando a un punto de entendimiento, ayer por la tarde nos besamos y todo estaba bien.
—Tienes razón en eso. —estuvo de acuerdo, cruzándose de brazos. —No establecieron límites, y la fidelidad creo que tiene que ver sobre como cada persona ve las relaciones de pareja. Por ejemplo, cuando Porsche y yo comenzamos a salir... — una sonrisa tonta se formó en sus labios, quise golpearlo por restregarme su relación perfecta en la cara, pero al final de cuentas no era culpa suya. —Acordamos que no veríamos a nadie más, tal vez debiste hablarlo con Pete.
—Sin embargo, fue mi culpa. Yo fui quien lo idealizó, fui yo él que creyó que me iba a corresponder. Solo yo soy responsable del daño que me hizo.
Con eso doy por terminada nuestra conversación.
Pasamos el resto del viaje en silencio hasta que llegan los mensajes de Khun al grupo familiar, pienso en no decir nada, pero sé que no me dejará en paz.
Respondo de forma cortante, al igual que lo hice con Pete.
***
—¡Veg! —gritó Venecia en cuanto me vio entrar por la puerta de nuestra casa, estaba sentado en la sala al lado de mamá, ella le mostraba la forma correcta de usar su juego de figuras geométricas.
Salió corriendo en mi dirección, lo atrapé entre mis brazos antes de que llegase a mí.
—Te extrañé mucho, mucho. — me da un sonoro beso en la nariz, colocó cada una de sus manos en mis mejillas pegando nuestras frentes. —Nunca más me vuelvas a dejar, po fis.
—Nunca, enano.
—Me llevas contigo.
Mamá nos sonrió con cariño, caminé con mi hermano en brazos hasta estar sentado en uno de los muebles de la sala, Venecia aun enroscado en mi cuello.
—¿Qué hiciste todo el día? —le preguntó
—Cao y yo fuimos al centro comedcial. — evite reírme de su mala pronunciación. — Y mamá hizo galletas con mi ayuda. Me eché harina así. — Se alejó un poco de mí y movió sus manos arriba de su cabeza en movimientos circulares.
—¿Por qué no vas a traerle a tu hermano las galletas que le dejaste?
Venecia negó con la cabeza
—No lo quiero dejar — escondió el rostro en mi cuello, suspirando. Sentí su aliento en mi piel, y la forma en que se aferraba a mí. Lo conozco tan bien que sé que está evitando llorar, no lo logra. Siento su cuerpecito comenzar a temblar por el llanto.
Se me encoge el corazón un poco.
Debí quedarme con mi hermanito y llevarlo a pasear, habría evitado algo desagradable y Vennie no estaría melancólico como yo.
—Hey, está bien. Estoy aquí, Vennie. No me iré. — lo abracé con fuerza, él se aferró más a mi cuello.
Mi madre decidió darnos privacidad y se retiro a la cocina.
—Es que te extrañé, Veg. — me dice entre sollozos.
—Yo también, por eso regresé antes.
Por la noche en la cena cuando mis padres preguntan qué pasó, les miento.
No sé como voy a regresar el lunes a la universidad, o como lo veré a la cara. Justo ahora no quiero pensar en él.
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Mini AU Como en los Libros |VegasPete.
DiversosDonde Vegas no sabe como conquistar al chico que le gusta, Pete; entonces comienza a leer todos los libros que le gustan para tener un tema de conversación con él. Pete Phongsankorn siempre ha soñado con vivir un amor como en los libros que lee. Don...