Parte 9

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Pete.

Tenía media hora de haber llegado al parque donde está la feria del libro, a decir verdad es más grande de lo que imaginé. Creí que serían poco más de veinte estantes, pero hay más.

Ya me compré dos separadores, los dos últimos ejemplares de Juego de Tronos, el Hobbit, y Harry Potter y la Cámara de los Secretos en pasta dura.

—Quiero una bufanda de Griffyndor. —murmuró Porsche. Estamos en uno de los puestos de Harry Potter, mi amigo lleva más cosas en las manos de las que es capaz de sostener. —Se la voy a regalar a Kinn.

Alcé una ceja.

—¿No Kinn es de Slytherin? —cuestioné confundido, él se encogió de hombros restandole importancia. —Que quieras cambiarlo no quitara que tu novio pertenece a la mejor casa. —me burlo al final.

Porsche me lanzó una mirada irritada.

Siempre se ha quejado por no pertenecer a la misma casa que su novio, a todos los demás nos daba risa y siempre que podemos se lo echamos en cara. Acomodé mi boina de vuelta en su lugar correcto en mi cabeza.

—¿Hablaste con Vegas de nuevo? — el cambio repentino de tema me tomo con la guardia baja, Porsche agarró unos clips de Hermione antes de mirarme.

Tragué saliva.

Hasta ese momento no recordaba mi conversación con Vegas. Oh, bueno, si la recuerdo. Solo por el hecho de que me envió un corazón. Supongo que no significaba nada, yo hacía eso todo el tiempo con mis amigos. ¿Era extraño viniendo de él?

—¿Pete?

La voz de mi amigo me sacó de mis pensamientos.

Abrí la boca para responder, pero fui salvado cuando un grito me interrumpió.

—¡Hey, chicos! —Khun agitó una mano, hace unos minutos nos separamos para recorrer la feria y hasta ahora nos encontramos. — Ya me duelen las piernas. —dijo cuanod llegó a nuestro encuentro, sonreí.

Tankhun era un exagerado. Tay rodó los ojos mientras Pol negaba con la cabeza.

—¿Ese no es Kinn? —miré a Porsche después de escucharlo, su mirada está fija en un punto más allá de mí. —Vamos, creo que si es mi chichón.

Caminamos hacia el área de juegos infantiles donde Kinn está sentado, parecía mirar a alguien, sin embargo las ramas de un árbol bloqueaban mi visión. ¿Qué hacia en el lugar de juegos de todos modos? Caminar fue una tarea difícil, había más personas de las que imaginé que habría, mientras más nos acercamos al novio de Porsche, pude vislumbrar a su acompañante.

Acompañantes, en realidad.

Vegas está de espaldas a mí, con un niño en brazos, aunque no lo conocía en persona, he escuchado del famoso Venecia. El más joven de los Theerapanyakul, el consentido. Hace un mes Khun nos llevó por todo el centro comercial buscando un juguete de Iron Man que el niño quería, lo que sea que deseara, lo tendría.

Me doy cuenta que, de hecho, Vegas está limpiando el rostro de su hermanito, mientras este lo ve con un puchero.

—Hola. — dije primero.

—¿Por qué no me dijiste que estarías aquí? — Porsche articuló.

—No sabía. — Kinn le responde con simpleza, Vegas se dio media vuelta para mirarnos: —Vegas y yo tuvimos que sacar a Venecia de su casa porque estaba volviendo loco a Macao.

—Hola. — saludó Vegas, parecía un tanto nervioso. —Este es mi hermano Venecia. Saluda, enano.

El pequeño sacude su diminuta mano con una sonrisa que mostraba todos sus dientes, sus ojos se detuvieron por más tiempo en mi que en mis amigos.

Mini AU Como en los Libros |VegasPete. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora