Parte 20

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Pete.

Escuché a Vegas con atención.

Entendí la parte de sus padres al querer otro hijo, mamá también quería un hermano para mí, decía que así no estaría solo si algo le pasará, pero fue cuando papá tuvo ese accidente y falleció. Tenía nueve años. Recuerdo que estuve llorando una semana entera, casi no comía ni tuve ánimos para asistir a clases. Mi abuela se preocupó, negarme a comer le hizo saber que era un caso serio.

Poco a poco todo fue mejorando, no me malinterpretes, me duele la muerte de mi padre, pero ya no es algo que me detenga. Son cosas que pasan, sé que para algunas personas es difícil de superar y que, de hecho, experimentamos la tristeza de diferente manera.

Salí del auto sin esperar a que Vegas abriera la puerta para mí, una parte de mí seguía en las nubes por lo ocurrió durante el día. Fue una tarde agradable, a pesar de tener tanto dinero; la familia de Vegas seguía siendo sencilla y acogedora.

Vegas se acercó a mí con una sonrisa que le devolví de inmediato, detrás de él, en mi casa, pude vislumbrar las luces encendidas. Probablemente mi abuela seguía en la cocina atacando el escondite de galletas.

Plantó un beso en mi mejilla que me hizo sonrojar, estaba por decirle algo cuando un grito me cortó.

—¡Pete Phongsakorn Saengtham! —reconocería esa voz entre un millón, los vellos de la nuca se me erizaron. Me la imaginaba con el ceño fruncido y los labios en una línea, las manos en las caderas.

—Mamá. —hablé. Vegas se tensó, rápidamente se dio la vuelta hasta quedar frente a mi madre, di un paso junto a él dándome cuenta que ella está en la posición que imaginé. —¿Acabas de llegar? —tratar de desviar la atención era lo único que se me ocurrió.

—¿Quién es este jovencito, Phongsakorn? —preguntó alzando una ceja, evaluó a Vegas de pies a cabeza como si tratase de encontrar un defecto en él. No lo haría, Vegas está impecable. —¿Y por qué te besa frente a mi casa?

Al instante mis mejillas adquirieron de nuevo un tono rosa.

—Soy su com... —Comenzó Vegas a decir, negué con la cabeza mientras me preparo para hablar.

—Es Vegas Theerapanyakul, estamos saliendo. —ambos me miraron con los ojos abiertos en demasía. Es cierto que no le dimos un nombre a esto, pero era más fácil decirle aquello a mi madre que admitir que no sé en que punto de nuestra relación estamos. —Va a la misma universidad que yo, mamá.

—Tu nombre se me hace conocido... —ella se llevó un dedo a los labios, como pensando de donde.

—Mi familia tiene un despacho de abogados. —Vegas dijo al fin. — Mis padres son Kan y Anong Theerapanyakul, señora Saengtham.

—Oh, puedes llamarme Becca. No soy tan vieja. ¿Quieres pasar a tomar algo?

—Me encantaría, Becca, pero debo ir a meter a mi hermanito a la cama o no me hablará mañana en el desayuno. Si me permite, me despido.—Dio la vuelta hacia mí, trató de acercarse pero supe que no sabía como despedirse con mi madre allí, tomé la decisión por él. Le di un pequeño beso en la mejilla derecha. —Nos vemos mañana, preci... Pete. Que tengan buena noche.

Sonreí como un idiota al tiempo que lo veía alejarse en si automóvil.

—¿Mi abuela me delató, cierto? —pregunté, mamá y yo entrábamos a la casa en silencio.

—Algo así. Dijo que un joven muy apuesto te recogió esta mañana. —rodé los ojos, por supuesto que doña chismosilla lo diría. Coloqué mi mochila en la mesa de la cocina. —¿De verdad son novios?

—No. Estamos saliendo, aun no lo somos. — me senté en una de las sillas de la barra, ella estaba preparando su café nocturno. —Vegas es muy agradable e inteligente.

—Y guapo. — murmuró. —Haz que venga uno de estos días a comer.

Mini AU Como en los Libros |VegasPete. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora