09.- Situaciones incómodas

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Deku dejó la maleta de Himiko en su habitación, la cual ahora sería de Himiko, mientras estuviera expulsada. Y, con una sonrisa, salió a la sala donde había dejado a ambas mujeres hablando…

…o eso creyó.

Su sonrisa se borró al ver que su madre le estaba mostrando uno de los tantos álbumes de fotos a Himiko, quien sonreía embelesada.

-¡No le muestres eso, mamá!– gritó Deku, quitándole el álbum a la peli-verde mayor y pegándolo a su cuerpo, con las mejillas rojas de la vergüenza.

-Oh, vamos, Izuku. No tiene nada de malo.– aseguró Inko sin darle mucha importancia; total, eran novios, ¿no?

-¡Sip! Izu-kun vestido de All Might era taaan lindo.– dijo Himiko, sonriendo con ternura.

Deku se sonrojó aún más y se sintió tentado a devolverle el álbum, pero su orgullo se lo impidió. ¡Debía demostrar que había madurado!

-E-Eso es cosa del pasado.– trató de sonar serio y seguro, aunque su voz tembló un poco al principio.

-¿Eh?¿Pasado? Pero Izuku, todavía tienes unos calzoncillos de All Mi……

-¡¡¡MAMÁ!!!

Himiko estalló en risa, mientras Deku rezaba para que la tierra se abriera y se lo tragara. ¡Qué vergüenza!

Luego de aquel incómodo momento, Inko fue a preparar el almuerzo, dejando a ambos jóvenes en la sala.

-Tu mamá es agradable.– comentó Himiko, sonriendo con nostalgia.

-S-Sí… aunque a veces me sigue tratando como un niño.– murmuró Deku, mirando de reojo a la cocina.

-Y…… ¿es verdad?– preguntó Himiko con una sonrisa en los labios que dejaba ver sus colmillos.

-¿Eh?¿El qué?– Deku se giró a verla, confundido.

-¿Tienes unos calzoncillos de All Might?– preguntó la chica de forma burlona, alzando una ceja.

Deku sintió su mejillas arder y desvió la mirada, avergonzado.

-¡C-Claro que no!¡No soy un niño!– mintió.

-¿Ah, si?– Himiko ensanchó más su sonrisa y se levantó para luego agacharse frente al peli-verde, colocando sus manos en las piernas de este, abriéndolas un poco.

-¡T-T-T-Toga-san, ¿qué haces?!– exclamó Deku entre alarmado y sorprendido, teniendo cuidado de no alzar demasiado la voz.

-Muéstrame.– ordenó Himiko en un tono seductor que hizo estremecer a Deku. –O tendré que averiguarlo yo…– agregó.

Las manos de Himiko subieron lentamente por las piernas de Deku, pero éste las tomó, deteniéndola.

-T-Toga-san… N-No creo que sea buena idea, mi mamá podría…

-Solo una miradita, Izu-kun.– pidió Himiko, haciendo un adorable puchero.

Deku suspiró derrotado, soltando las manos de la chica y desviando la mirada para que no notara su sonrojo.

Por su parte, Himiko sonrió victoriosa, siguiendo con su camino y llegando al cierre del pantalón del Deku, bajándolo y exponiendo unos calzoncillos con el sonriente rostro de All Might.

-Ja, sí son de All Might. ¡Qué lindo!– sonrió Himiko, rozando sus dedos por sobre la tela, tocando el miembro del peli-verde, haciéndolo dar un respingo por la sorpresa.

-¡Toga-san!– regañó, sonrojado hasta no poder más.

Himiko lo miró y le guiñó un ojo, haciéndole una seña con su mano libre de que no hiciera ruido.

Quería salvarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora