21.- Epílogo

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Tras aquella batalla contra Dabi habían pasado varios años llenos de momentos buenos y malos donde, la captura completa de los miembros de la antigua Liga de Villanos fue un hito histórico en Japón.

La confesión de Dabi, de ser el primogénito de Endeavor, también había conmocionado al mundo. Pero nadie hablaba de eso, algunos por miedo y otros porque no creían en la honestidad de aquel villano. Para ellos, era solo una excusa para salvarse de la sentencia de ejecución por sus crímenes.

Por su parte, los estudiantes de la UA habían salido graduados hace algunos años. Algunos con un gran número de agencias interesadas en tenerlos, cómo fue el caso del joven Izuku Midoriya y Todoroki Shoto, los mejores de la clase A.

Aunque…

… Himiko Toga tampoco se quedó atrás. Y, aunque muchos héroes la veían con recelo al tratarse de una exvillana, ella demostró en varias ocasiones que aquella parte de sí misma había quedado en el pasado. Ahora, era una heroína respetada y admirada por muchos.

¡Incluso había mejorado su relación con Uraraka Ochako! Y llevaban varios años siendo grandes amigas y compañeras de agencia.

La vida, sin dudas, daba muchas vueltas…

-¡Muchas gracias, Uravity!– exclamó un pequeño, sonriendo y abrazando a su gatito que, segundos atrás, estaba en la cima de un árbol. –¡Y también a usted, Himiko-san!– agregó, girándose a la rubia.

-Ten más cuidado la próxima vez.– sonrió Himiko, mostrando sus colmillos.

El niño asintió y corrió a los brazos de su madre, con su gatito cargado.

-¿Por qué aún no escoges nombre de héroe, Toga?– preguntó Uraraka, quitándose el casco de su traje.

-No lo necesito. Siempre seré Himiko Toga.– se encogió de hombros, sonriendo.

-Hmmm…– Uraraka se llevó una mano a la barbilla, pensativa. –¡Ya sé!¡¿Qué tal "Himiga" o "Togako"?!– exclamó, sonriente.

La rubia hizo una mueca de desagrado ante aquellos nombres tan horrendos. ¿Qué problema había con seguir usando su nombre y ya?

No sé tú… pero creo que ya hemos pasado por esto.

Sonrió sin poder evitarlo, dándole la razón a esa voz en su interior. Ya habían pasado por una situación similar, pero con la Liga de Villanos años atrás, cuando ella se rehusó a escoger un nombre.

-Ya te dije, no me interesa tener un nombre de héroe o villano.– comentó Himiko, comenzando a caminar hacia la agencia.

Por suerte, el resto del día transcurrió bastante tranquilo.

Así no llegaría tarde a su cita.

-¡Buen trabajo, Deku!– felicitó Mirio, sonriendo tan enérgico como siempre.

El peli-verde había decidido trabajar en la agencia del rubio tras graduarse y, sin dudas, había aprendido muchísimo de él.

En cierto modo, su energía era similar a la que transmitía All Might, lo cual le había hecho ganar un puesto bastante alto en el top de héroes.

-Lo mismo digo, Lemillion.– sonrió Deku, mientras se cambiaba su traje de héroe.

-¿Y cuáles son los planes para hoy?– preguntó Mirio, curioso, sin perder su sonrisa.

-No tengo nada especial planeado. Solo iré a casa.– respondió el peli-verde con cierta duda. –¿A qué venía esa pregunta?

El rubio se encogió de hombros, haciéndose el desentendido.

Quería salvarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora