18.- Romper las reglas

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Deku caminaba de un lado a otro en aquel salón, inquieto, mientras su mente creaba mil y un escenarios en donde los héroes eran masacrados por la Liga...

...y Himiko era alejada de su lado por Dabi quien, sin piedad, la quemaba viva.

-¡Maldición...!- gruñó molesto, dándole un puñetazo a una pared cercana y rompiéndola.

En su mente solo se repetía una y otra vez: "Debí ir con ellos". ¡Aizawa no debió dejarlo atrás!

Trató de tranquilizarse, pero era inevitable preocuparse. Para él, que Himiko le hubiera contado todo aquello momentos atrás no era muy distinto a una confesión antes de morir...

... y tenía un mal presentimiento.

-No volveré a dejar que la lastimes... Dabi.- susurró para sí mismo, con rabia, corriendo fuera del salón.

Por suerte había escuchado la conversación acerca del paradero de la Liga de Villanos y sabía dónde estarían...

... solo esperaba llegar a tiempo.

...

Himiko respiró despacio, dando pasos seguros hacia el interior de aquel edificio de aspecto abandonado donde, según le había dicho Twice, se escondía la Liga actualmente. Y al entrar, comprobó que era cierto.

Los ojos de todos los presentes se clavaron sobre ella con sorpresa y, de no haber notado la creciente sonrisa en los labios del azabache, ella habría saludado como siempre. Pero no estaba para visitas cordiales.

-¡Vaya, miren quien apareció!– exclamó Dabi con burla.

Twice, por su parte, corrió a abrazar a la chica. Y, pese a que llevaba la máscara, como usualmente, Himiko notó la preocupación en su rostro.

-¡Himiko-chan!¿Qué haces aquí?– cuestionó Twice en voz baja. Himiko sonrió, acariciando la mejilla de su amigo.

La chica se alejó de Twice y, movida por la ira, se acercó hasta la barra donde estaba sentado Dabi, sin dejar de sonreír con arrogancia.

-Veo que recibiste mi mensaje.– comentó Dabi con burla. Himiko frunció el ceño.

-No voy a perdonarte lo que le hiciste a Inko-san.– gruñó.

-¿Lo que le hice?– repitió Dabi, soltando una carcajada. –No te confundas. Yo no le hice eso… fuiste tú.– la señaló.

El ceño fruncido de Himiko pasó a una expresión de pura confusión y sorpresa.

-Sí hubieras llegado a casa como siempre, no hubiera tenido necesidad de hacerle nada a nadie.– aclaró Dabi, encogiéndose de hombros. –Pero como siempre, solo te mueves cuando tienes una polla entre las pi……

Dabi se quedó callado en cuanto el cuchillo de Himiko se posó sobre su cuello, llegando a cortar ligeramente su piel; logrando crear una ligera capa de tensión en los demás.

-No se peleen entre ustedes.– habló Shigaraki con una voz algo imponente, como pocas veces solía. Himiko lo miró de reojo. –Esa fue la primera regla de…

-Ya no pertenezco a la Liga.– lo interrumpió Himiko, seria, pero con un ligero temblor en su voz. Quería llorar… por tener que romper vínculos con aquellos que, en poco tiempo, consideró sus amigos.

-¡¿Qué……?!

Todos, excepto Twice y Dabi, parecían sorprendidos por aquella noticia. Era lógico pues, para el resto de la Liga, ella solo había decidido ausentarse un tiempo.

Himiko ni siquiera quiso mirar a los demás porque, quizás, si lo hacía se arrepentiría luego y regresaría a la Liga sin más. Y ya no podía, ¡había decidido enmendar sus pasos!

-Entonces… ¿Esto es una traición?– cuestionó Shigaraki, serio.

-No.– respondió Himiko, tajante. –¡Solo es una sentencia de muerte para este cabrón!

En cámara lenta: Himiko pasó el cuchillo por la piel de Dabi con la intención de matarlo o, al menos, herirlo. Pero David había esquivado el cuchillo, echando la cabeza hacia atrás, recibiendo solo un corte superficial en el cuello.

-Estuvo cerca.– sonrió Dabi, tocando la sangre que salía del reciente corte.

-No he acabado.– habló Himiko, con un aire aterrador. Miró su cuchillo, ensangrentado…

…y sintió sus tripas revolverse por primera vez. Realmente odiaba a ese tipo.

Himiko se lanzó contra Dabi, de nuevo, con el cuchillo en alto, mientras el azabache activaba su Don, creando una esfera de fuego en su mano.

Aizawa comenzaba a perder la paciencia, mientras mantenía el audífono pegado a su oreja. Todo parecía indicar que aquella chica había iniciado una pelea dentro del edificio… pero ¿qué debía hacer?

Himiko olvidó por completo que llevaba el micrófono escondido, con la clara intención de informar de cuántos oponentes tendrían. ¿Es que acaso no sabía acatar órdenes?

Suspiró.

-¿Entramos?– preguntó Present Mic, al verlo quitarse los audífonos.

-Solo los profesionales.– dijo Aizawa, ajustándose sus gafas. Tras él se escuchó una ligera protesta.

-¡Pero nosotros también somos héroes, sensei!¡Déjenos ayudarles!– pidió Iida, con el ceño fruncido, siendo respaldado por varios de sus compañeros.

-No.– sentenció Aizawa, sin más. –Ustedes permanecerán aquí, cuidando la retaguardia. Y si algo sale mal, escapen.– explicó.

Si algo sale mal, eh…” pensó Present Mic, con una sonrisa forzada. Era lógico que Aizawa usara esa frase…

… solo eran él, Present Mic, Midnight y Endeavor contra el resto de la Liga de Villanos. Tal vez no tenían a All for One, pero aún quedaba Shigaraki y…

-¡¿Qué mierdas……?!

Aizawa gruñó, al escuchar un estruendoso "¡Smash!" a través de los audífonos que yacían sobre la mesa, seguido del sonido de cristal rompiéndose.

-Maldita sea con estos mocosos.– bufó molesto. –¡Cambio de planes: todo el mundo adentro!¡El plan es capturar a la Liga y evitar en lo posible las bajas!– gritó Aizawa, corriendo hacia el edificio.

Sentía una gran presión en sus hombros al liderar aquella operación…

…y, aún más, con solo alumnos.

Himiko jadeó en cuanto sintió que el agarre de Dabi se soltaba, dejando libre su cabello que, muy a su pesar, ahora se encontraba más corto debido a que el azabache lo había quemado. Alzó la vista, tosiendo por el humo que había aparecido de pronto y…

…entre ella estaba Deku, dándole la espalda para encarar a Dabi, sujetándolo de la muñeca con la clara intención de romperla.

-¿Izu…-kun…?– un susurro de sorpresa y preocupación. ¡Él no debía estar ahí!

-Vaya, vaya… parece que llegó mi sustituto.– se burló Dabi, sonriendo con sarna.

Deku lo miró con rabia y, con un moviendo certero, le partió la muñeca al azabache, haciéndolo gritar de dolor y retroceder unos pasos.

-Te mataré…– gruñó Deku, activando su Don, haciendo saltar chispas por todo su cuerpo.

Oh, si…

…ahora mismo, era pura rabia contenida.

💉💉💉

Antes que nada, me disculpo por no haber actualizado la semana pasada. No había escrito el capítulo (la universidad me consume 😿)

Pero bueno…
Recuerden que si les gustó el capítulo, déjenle una ⭐ y comenten qué les pareció. Es agradable leerlos y saber que les gusta la historia 😽

En el próximo capítulo:
¡Mía!

Quería salvarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora