El héroe sin harem
Capítulo 10: La revelación del cachivachero
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A diferencia de la acostumbrada cerveza, era el sake de arroz el que estaba sobre las mesas de la posada; un hombre, Amador, para quitarse la tensión que endurecía sus hombros, agarró un vaso de la bebida local y la bebió para tener una actitud masculina: craso error.
—¿Demasiado fuerte la bebida? —preguntó Lex al ver como el extranjero tosía y se le ponía colorada la cara por no poder respirar.
—¿Qué diablos es esto? Siento que me raspa la garganta.
—Es licor de arroz fermentado, una bebida que trajeron nuestros antepasados de Nadeshiko, la patria ancestral.
—Sí, ese gordo dijo algo al respecto.
—Lord Penguin, ese es su nombre. Es un señor del consejo de daimyos, uno menor, no se sienta junto a los ancianos.
—Suena como a pingüino —dijo y eso causó que la kunoichi, la mujer ninja, se animara a sonreír.
—Pues justo así se llama: pingüino. La casa ancestral de Lord Penguin surgió en plena huida del shogun. Cuando las naves llegaron a regiones muy al sur, fueron sus ancestros quienes obtuvieron para su clan el título de daimyo gracias a proezas de ese tiempo.
—Menos mal que el gordito nos ayudó con los samuráis. Esos tipos no son muy risueños que digamos.
—Es la naturaleza de los samuráis. Te advierto que no debes ser irrespetuoso con ellos, son muy orgullosos y en todo ven faltas a su honor.
—Faltas que de seguro resuelven con decapitaciones a diestra y siniestra.
—Exacto, así que no sería prudente antagonizarlos.
—¿Y el gordo? Vi que te miraba raro. Perdona, no quise ser entrometido —se apresuró a decir al ver como Lex fruncía el ceño.
—¿Responderás mi pregunta?
—Sí, pero no aquí. Hay mucha gente que parece muy entretenida con tu presencia.
—No se puede evitar, para el pueblo soy una deshonra, por eso en vez de dirigirse hacia mí por mi apellido, me llaman en cambio: mujer sucia.
—Eso apesta, mejor vamos a mi habitación para tener más privacidad.
Los beodos y comensales no giraron el rostro, pero era obvio que con el rabillo del ojo seguían lo más que podían a la pareja hasta que se perdieron de vista.
Amador se sorprendió con la entrada de su habitación y se puso a rascar su nuca.
—¿Sucede algo?
—Quería que tuviéramos más privacidad, pero la puerta hecha de papel y varillas de madera no me inspira mucha confianza.
—Tranquilo, no es costumbre oír conversaciones ajenas por más curiosidad que se tenga.
—¿Y qué hacen con los espías? Insisto que estas construcciones de papel no dan nada de privacidad.
—Solo los espías enviados por los daimyo se esconden en las sombras para escuchar conversaciones ajenas. No te preocupes que tengo buen oído y el único espía que vas a encontrar aquí, pues, ¡soy yo!
—¿En serio?
—Soy una mujer ninja, kunoichi es la palabra para las de mi clase.
«Vaya, este nuevo mundo no solo tiene elementos propios de la Europa de mi mundo, también del Japón».
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Isekai: El héroe sin harem (Completa. De Bolivia para el mundo)
Fantasía[Historia Original] ¿Qué sucede cuando el héroe de otro mundo ya no es necesario? Un latinoamericano invocado a un reino de fantasía tendrá la dura misión de buscar su propósito en la vida y de paso encontrar el amor que le fue negado, todo en compa...