8. El poema que siempre guardé.

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Cariño, no sé volar y hermosos retratos no sé pintar

Pero si tú me dejas, todo mi amor te puedo obsequiar.

Las estrellas no sé leer, y la Luna no te bajaré

Pero si me permites el mundo entero podemos recorrer.

Y si vienes a mí, sin ninguna condición

Prometo que jamás agrietaré tú corazón

Y aquí estoy yo, narrando esto para ti

Escribiendo las cosas qué no me atrevo a decir.

Déjame abrazarte en cada atardecer,

Mientras nos tomamos una taza de café.

Bésame, en esta habitación

La Luna no dirá, lo que pase entre tú y yo.

No soy perfecto, no soy un Dios,

Pero podemos bailar la siguiente canción.

Cuando tengas frío o devastada tú estés,

Mis brazos te van a proteger.

Vayamos a la playa, veamos cómo se siente la arena en nuestros pies,

Escuchar el hermoso oleaje que suena sin parar,

Quiero ver cómo te diviertes con la frescura del mar.

Déjame entrar en tú profundo mirar,

Déjame pensar qué esto nunca acabará.

El árbol de Roble Blanco (Poemario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora