18. Dulce abuela.

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Hace un año ya ha sido tu partida,

Hace un año que se siente la casa vacía,

Pues ya no se te escucha cantando las rancheras.

Extraño tus abrazos que me calentaban tanto,

Extraño esas hermosas manos

Que me curaban si yo jugando me raspaba,

Esos dedos gorditos que mis lágrimas limpiaban.

Extraño esa risa que a mi tanto me alegraba,

Extraño verte en esa silla sentada,

Extraño hablar contigo por las noches en la banca.

Extraño incluso, cuando a mí me regañabas,

Pues por mí tú te preocupabas.

Yo siento que te he fallado... Oh, Abuela, espero y me hayas perdonado,

Porque no hay otra persona a la que yo haya amado tanto.

Pero sé que tú estás en un lugar mejor,

Me lo dijiste en aquel sueño donde viniste a mí.

Gracias por enseñarme lo que es el amor,

Tú me enseñaste lo que es tener honor,

Pues tus hijas son tan fuertes como lo eras tú.

Tú para amarme, entregaste todo de ti,

Tú nunca negaste algo si era para mí.

Eso nunca podré pagártelo yo, porque gracias a ti soy lo que soy.

Yo estoy feliz porque encontraste paz

Y, sin embargo, a mi lado siempre estás.

Hasta que algún día nos volvamos a encontrar,

Pero ahora por favor, mi mano no vayas a soltar...

Porque aún, como una niña indefensa me siento

Si tú conmigo no estás.

El árbol de Roble Blanco (Poemario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora