75. Hija del otoño.

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No sabes el poder que tienes sobre mí

Puedes elevarme y destrozarme

Tenerme como un juguete, tenerme ahí a tus pies

Eres preciosidad de mujer

Ese aire de firmeza, esa seguridad, esa astucia y dominancia

Me hace querer ser tu esclavo, tu perro encadenado.

No te falta nada, eres una Diosa en tierra, ángel y demonio

Empapada en belleza y gracia,

Eres el hermoso regalo de otoño

Con una perversa pureza,

Que a cualquiera hechizaría

Hasta convertirlo en polvo y ceniza

Brilla así, con más poder y encanto

Que me tendrás admirándote

Como si fueras el mejor cuadro.

Podría pasar horas mirándote danzar al compás de la canción,

O leyendo ese libro que te ha de fascinar.

Podría hacer mil cosas por ti

No lo sabes, espero lo supongas

Me tienes tendido en el suelo,

Viendo tus fotografías y escribiéndote poesía

Soy todo un loco sediento de ti. 

El árbol de Roble Blanco (Poemario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora