Tras la aparición de aquella misteriosa mujer, nuestros héroes se encuentran en problemas luego de ser amenazados por aquella chica de caballo corto.
Nori: No lo volveré a repetir, entreguen ese pokémon o me veré en la obligación de lastimarlos.
El pequeño Flabébé, quien presenció esto, solo se aferró al cuerpo de Chessi, quien al notar esto, mostró una preocupación mientras que con sus brazos, cubría al pokémon.
Chessi: Kendo, Flabébé está asustado, algo malo está sucediendo.
Kendo: Chessi, quédate detrás de mí y protege a Flabébé, tengo un mal presentimiento.
La peliazul hizo caso a su amigo, quien estiró ambos brazos para tratar de cubrirlos.
Nori: Tenía la esperanza de que eligieras la segunda opción.
La mujer con una mirada fría e intimidante, tomó una de sus pokebolas que traía consigo, dando una última mirada hacia nuestro héroe.
Nori: Me hubieras ahorrado mucho trabajo si solo hacías lo que te dije.
La pokebola fué lanzada al aire, tan alto que la luz del sol no permitía verla correctamente, seguidamente salió un pokémon, robusto, azul y con la apariencia de un escarabajo, este cayó al suelo provocando un gran estruendo y levantando una capa de polvo.
Aquella criatura de aspecto intimidante, se acercó hacia nuestro héroe, con la intención de pelear.
Nori: ¿Qué pasá? ¿No vas a luchar?
Aunque sabía que no podría hacer mucho, Kendo no estaba dispuesto a sacar a algún pokémon, puedo que sentía que aún era muy pronto y necesitaban más descanso luego de su último enfrentamiento.
Nori: Cómo quieras, Heracross, placaje.
Cómo si de un rayo se tratase, el Pokémon tipo bicho conectó rápidamente en el abdomen del chico, haciendo que este salga disparado y estrellandose contra un árbol.
Chessi: ¡¡Kendo!!
La peliazul se acercó rápidamente a auxiliar a su amigo, pues el golpe parecía haber sido muy fuerte.
Chessi: ¡Por favor, por favor, dime qué te encuentras bien!
Kendo: C-calma calma, creo que lo waton suavizó el golpe, jeje...
Aún después de haber sido atacado, el rubio mantenía una sonrisa para no preocupar de más a su amiga, quien estaba soltando una pequeña lágrima por lo ocurrido.
Pero el momento no duró demasiado, pues aquél pokémon amenazante volvió a acercarse.
Kendo: ¡Chessi, cuidado!
Nori: Terminalos.
El Heracross volvió a lanzar un potente golpe, a lo que Kendo abrazaría a la peliazul para cubrirla del daño, pero grande fué la sorpresa al notar que no sucedió nada.
ESTÁS LEYENDO
Un mundo de Poke-locuras
General FictionEn algún universo alterno, Kendomurft, nuestro futuro amarillo favorito, en vez de ser un v-tuber que baila en un tubo, es un maestro Pokémon, o bueno, tratará de volverse uno. A través de su nueva aventura, conocerá personas, se enfrentará a advers...