Pequeñas confesiones

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Pensé que estaría emocionada de escuchar que Ryan no se casó. Pero la verdad es que ha sido todo lo contrario. La tristeza de ese día en su apartamento vuelve, porque, aunque él no se casó, nunca fue a buscarme. Hasta ahora solo se a acercado para hacerme creer que me quiere como amante, en pocas palabras, solo para coger.

—¿Estás bien? —Me pregunta Tina, en cuanto ve que el profesor se ha dado la vuelta—. Te compramos galletas y un poco de fruta.

Le sonrío en forma de agradecimiento y le gesticulo un gracias.

Veinte minutos después ha terminado la clase. Guardo rápidamente todo, porque me urge tomar aire fresco.

—¿Todo bien con Edna? —Pregunta Luiggie. Espero hasta que salga el ultimo compañero para responderle—. ¿Te regaño muy feo?

De solo recordar lo que ha dicho hace que se me acelere el corazón y que mi respiración de vuelva anormal.

—Me dijo lo que creo que todos ustedes intentaban decirme —Luiggie y Tina han volteado a verse aterrados—. Pero ¿saben qué? No me interesa. Que Ryan no se haya casado no tiene efecto en mí.

Hoy me he dado cuenta de que realmente no soy fuerte, ni segura. Hoy me di cuenta de que solo finjo serlo, y lo estoy haciendo tan bien, que a ratos me la creo. Pero hoy, hoy cuento las horas para irme a encerrar a llorar a mi habitación, porque me he estado aguantando tanto, que podría estallar en cualquier momento.

Mis amigos están patidifusos, mirándome con la boca abierta.

—¿Lo dices en serio, Lía?

—Si, Luiggie, lo digo muy en serio —Miento—. Nos encontramos en el gimnasio y fue tan imbécil, que en lugar de decirme que no se había casado, me ofreció ser su amante. Dejo que siguiera creyendo que estaba casado y me hizo confirmar que él solo me buscar para tener sexo. ¡Y soy más que eso!

Ambos corren a abrazarme en cuanto ven que he empezado a llorar. Ya sabia yo que no aguantaría hasta la noche para hacerlo.

—Por supuesto que eres más que eso —Luiggie me reconforta en sus brazos—. Nosotros respetamos lo que quieras hacer. Y si estas decidida a olvidarlo, entonces cuenta con nosotros.

Tina se aleja un poco. Ella no parece estar apoyando del todo a Luiggie y eso me sorprende.

—¿Ahora me dirás que apoyas a Ryan? —Le reclamo.

—No lo apoyo. De hecho, me molesta bastante la actitud que está teniendo contigo, cuando en realidad se la paso buscándote por cielo, mar y tierra.

—¡Tina!

—Ella tiene que saberlo, Luiggie.

—¿Qué dices?

—Cuando estábamos en la fiesta de la boda, Richard recibió una llamada de Ryan diciendo que no te encontraba por ningún lado. Roland, Richard, Luiggie, Tete, Kat, Lulu, Dan y yo, te empezamos a buscar. Nos asustamos porque vimos tú móvil y tú ropa seguía intacta en la habitación. Pensamos lo peor.

No tenia idea de esto.

—Revisé las cámaras de seguridad y les dije que no había nada. Pero mentí —Confiesa Luiggie. Tina esta perpleja escuchándolo—. Te vi en la entrada cuando subías al auto de Félix.

Ahora recuerdo que Luiggie conoce el auto de Félix y que seria obvio que me encontraran en las cámaras de seguridad porque estaba justo en la entrada del campus.

—¿Y por qué nunca nos lo dijiste? Sabias que estábamos preocupados y que nos hacíamos ideas locas, imaginando lo peor. Hiciste que por poco Ryan cayera en...

Bajo las Sábanas [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora