Mis ojos se han abierto ante la molesta luz que hay sobre ellos. Intento mirar a mi alrededor, pero unos fuertes brazos no me permiten moverme. Veo las manos del Bipolar aferradas a mi vientre y me siento confundida. Si sus manos están a la vista... ¿entonces qué es lo duro que estoy siento en mi trasero?
¡Mierda de la anterior mierda!
—Ryan... —Susurro, intentando despertarlo con suavidad—. Ry... —Él se ha movido, pero solo para enterrar su cara en mi cuello, provocándome cosquillas—. ¡Oye! —Vuelvo a susurrar.
—¿Qué? —¡Dios, su voz suena tan ronca y sexy al despertar! —. Solo duerme otro rato ¿sí?
Pero definitivamente ya no tengo sueño. Y no se cómo, pero he logrado alejar sus manos para poder ir al baño. Intento no hacer ruido, aunque creo que no es necesario porque él ha empezado a roncar suavemente.
Después de hacer mis necesidades me pongo de curiosa a deambular por la habitación, que solo tiene cajoneras, no hay espejos, ni algo que demuestre que pertenece al Bipolar. Salgo con cuidado de no despertarlo, topándome con una mesita de madera a lado de la habitación que él dijo era de Linda. Hay fotos de ella con una enorme barriga, de Dylan recién nacido y una tercera de ella con su prometido.
Sonrío de verlos porque hacen una bella pareja y una hermosa familia. Y de alguna manera, ahora he recordado lo mucho que quería tener a alguien que me invitara a salir, con quien pasear de la mano, que me invitara a al cine... y ahora me pongo a pensar que me gustaría vivir una nueva etapa. Se que aún soy muy joven, pero la idea de comprometerme y formar una familia está comenzando a clavarse en mi cabeza.
—¿Puedes volver a la cama? —Escucho detrás de mí. Me volteo para ver a Ryan en ropa interior, frotándose los ojos, que lucen más verdes que de costumbre. Trago duro, muy duro ante la intensa imagen que está frente a mi—. Es temprano aún.
—¿Qué hay del chico que no solía dormir por las noches? —Pregunto de pronto.
Ryan ladea ligeramente la cabeza y después sonríe.
—Bueno, técnicamente ya es de mañana, así que es mi hora de dormir —Es verdad, pero anoche fue el primero en dormirse—, pero en realidad, solo encontré mi lugar seguro.
Realmente es difícil no caer ante él cuando dice estas cosas, y lo odio por eso.
—Me gustaría ir contigo, pero en realidad ya debo volver al campus.
—¿Acaso no viste el permiso? —Niego con la cabeza, comenzando a asustarme—. Debes leer lo que das a firmar, Lía, porque el permiso el vence hasta el domingo.
Mis labios se abren ligeramente de la sorpresa, y veo como su mirada recae justamente en esa parte. La piel se me eriza, intentando no imaginar lo que está pensando, aunque él es muy obvio. Pero definitivamente no caeré tan fácil en ese sentido.
Niego con la cabeza e intento no decir algo más porque sé que no terminara bien. Paso de él y en cuanto entro a la habitación, él me tome con fuerza por detrás, plantando besos en mi cuello. Intento alejarlo, pero las cosquillas que provocan sus besos me debilitan y no puedo dejar de reír.
—¡Ya déjame! —Pero él me ignora, y en un movimiento rápido me ha colocado frente a él, sosteniendo con más fuerza de la cintura. Su nariz roza con mía y yo no puedo dejar de sentir ese cosquilleo en mi vientre—. ¿Vas a querer dormir?
Él niega con la cabeza. Poco a poco comienza a acercar sus labios que están entreabiertos, listos para atacarme. Me quedo inmóvil ante él, como siempre, esperando a ser devorada. Y justo cuando estoy por saborear sus labios, ha sonado el timbre.
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Bajo las Sábanas [3]
Novela JuvenilTercer y último año de universidad: Traicionada y con el corazón roto; así se siente Lía después de ser abandonada por su Ladrón Bipolar. Ella se aferrara a su promesa: Olvidarse para siempre de él. Pero... ¿Qué pasaría si esta vez es Ryan quién la...