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Una de las cosas que más me gustaba de la rústica cabaña de Jisoo era su cuarto de baño para nada rústico. Había una ducha acristalada que era más grande que todos los armarios en mi casa y una bañera de mármol hundida en la esquina.

Me había dado un par de duchas rápidas hasta ahora, pero no había utilizado la bañera, y era más tentadora a cada momento. Así que cuando ella tomó mi mano y me condujo a la ducha, la dirigí de nuevo a la bañera.

-Burbujas.

Jisoo captó mi señal y empezó a llenar la bañera, adicionando burbujas de baño con un suave aroma a fresas, que sospechaba había comprado para mí. A medida que la tina comenzó a llenarse, sonreí.

-¿Burbujas rosadas? Su orgullo se encuentra en grave peligro, señora.

-¿Se puede culpar a una mujer por querer verte cubierta de espuma?-Su mano se deslizó hacia abajo para atrapar mi trasero.

Me moví fuera de su alcance.

-Entonces, ¿qué vas a hacer mientras me baño?

-Entrar ahí contigo y lavar tu espalda. -Me dio un beso en la parte superior de la cabeza y luego se metió en la bañera, sentada en el otro extremo. Era absurdo, una feroz were-puma rodeada de burbujas de baño rosadas, me mordí los labios para no dejar escapar una risa salvaje.

Dio una palmadita sobre su regazo y una ola de burbujas salpicó el lado de la bañera.

-Ven, siéntate aquí, dulzura.

Fruncí el ceño.

-Ambas no vamos a caber.

-Es muy halagador de tu parte decir eso -gruñó, su voz mezclada con un bajo ronroneo-, pero te aseguro que tu exquisito trasero siempre cabrá en mi regazo. Ahora ven aquí.

Mientras estaba en el borde, vacilando, me agarró por la cintura y me arrastró, grité por la pérdida de control y la caída de agua por sobre el borde de la bañera, pero no parecía importarle. Separó las piernas hasta que mi trasero se deslizó entre sus muslos, y sentí el calor de su polla contra la hendidura de él. Se movió un poco, para encontrar una posición cómoda, y luego sus piernas se envolvieron alrededor de mi cintura, sujetándome contra ella.

-¿Ves? Acogedor.

Resoplé en repuesta, empujando su rodilla.

-Te dije que no cabríamos.

-Estás demasiado centrada en lo que no debería ser, ¿lo sabías? Ahora cállate y déjame lavar tu cabello.

Y con eso, me arrojó un puñado de agua en la cabeza. Escupí, limpiando el agua de mis ojos mientras hacía lo mismo una y otra vez.

-¿Te das cuenta de que va a tomarte un millón de años mojar todo mi cabello con tus manos?

¿La respuesta? Un enorme chorro de agua sobre mi cabeza que me dejó el cabello empapado pegado a la cara. Me volví a mirar sus manos, y ella sostenía una cubeta de plástico en ellas. La oía reírse.

-¿De dónde salió eso?

-Lo puse aquí anoche. Todo es parte del gran día romántico que había planeado.

Escuché el chorro de la botella de champú y luego las manos de Jisoo estaban en mi cabello, masajeando el cuero cabelludo. El aroma de las fresas llenó el aire.

-Supongo que te gustan las fresas -dije, cerrando los ojos y relajándome.

Podía sentir el estruendo de su risa.

-No fue sino hasta recientemente. Tú me haces pensar en una fresa. Dulce, suave y deliciosa.

-La adulación te conducirá a donde quieres -bromeé-. Sigue así y puede que te deje llegar a la tercera base.

midnight liaisons!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora