epílogo ;
Hay un montón de gente con cámaras cuando las puertas del tren por fin se abren. Clementine y Wiress son las primeras en salir, escudándome con sus cuerpos.
Todo el distrito parece estar aquí, nunca había visto a tanta gente en un sólo lugar, ni siquiera en la Cosecha. Beetee me ayuda a bajar del tren, unos agentes de la paz van adelante y atrás de nosotros. Se qué la gente con cámaras son del capitolio, pero muchos de los ciudadanos del Distrito 3 también se abren paso para estar cerca de mi.
—¡Siny! ¡Siny! —gritan todos, a distintas voces. Pero no es un grito de celebración, están tratando de llamar mi atención. Es la misma voz que uno usaría para hablarle a un perro que se encuentra en la calle.
Beetee me dice que vamos de camino al Edificio de Justicia y le respondo que estoy de acuerdo, pero estoy segura que no ha alcanzado a escucharme entre todo el ruido que hay a nuestro alrdedeor.
La gente no deja de seguirnos, los agentes de la paz incluso tienen que empujarlos para que podamos pasar. Todos gritan preguntas hacía mí, incluso los que no tienen cámaras. "¿Podemos ver tu ojo?" "¿Cómo se te ocurrió la idea para matar a Willa?" "¿Qué piensas hacer respecto a tu cabello?" "¿Por qué no ayudaste a Cyrus?"
Me paro en seco al escuchar lo último. Beetee me da un empujoncito como para que siga mi camino, pero mi vista esta en el piso. ¿Por qué no ayude a Cyrus? ¿En que momento? ¿Cuándo los profesionales lo mataron? ¿O en general, durante los juegos? Trato de localizar a quien sea que haya realizado esa pregunta, pero en lugar me encuentro a una mujer haciéndose paso entre la multitud para llegar a donde estoy.
Tiene los ojos hinchados por completo de tanto llorar, pero eso no me impide reconocerla.
—¡Mamá! ¡Mamá! —comienzo a gritarle. Me alejo del camino, entrando a la multitud. Un agente de la paz trata de agarrarme el abrazo pero me alejo con rapidez, la gente se abre paso para dejarme pasar—. ¡Mamá!
—¡Siny! ¡Mi niña! —veo como empuja a la gente y estira sus brazos una vez que tiene el suficiente espacio y corro como nunca lo he hecho en mi vida, ni cuando el jaguar me perseguía, para llegar a donde esta ella.
—¡Mamá! —me atrapa entre sus brazos y me sujeta con fuerza. Entierro mi cabeza para llorar en su hombro, no quiero que me vea así, con este cabello horrible y un ojo falso. Mamá no me suelta, hasta me agarra con más fuerza y por un momento, dejo de escuchar a toda la gente a mi alrededor, no existe nadie más que mi mamá y yo.
Le digo que la extrañe mucho, pero suenan como balbuceos entre mis lágrimas.
—No te voy a dejar ir. No de nuevo. —llora mi mamá y cómo me gustaría que sus palabras sean ciertas, pero por este momento, finjo que lo son y lloro como mi ojo sano me lo permite; lloro en brazos de mi mamá como si fuera una niña.
Una niña normal, que no ha visto ni vivido los horrores de los juegos.
Tenemos una agradable casa en la aldea de los Vencedores. Donde solía vivir con mi madre no estaba tan mal, era pequeño y amontonado, pues vivíamos en los edificios habitacionales más básicos que el distrito tiene que ofrecer, pero me gustaba. Pero esta es una casa, una casa de verdad para las dos.
Pasé las primeras semanas en mi nuevo cuarto, durmiendo como nunca lo había hecho. Tenemos dinero ahora y los regalos por parte del Capitolio no dejan de llegar. Tengo un clóset lleno de vestidos, mi mamá compra comida en las partes ricas del mercado y comemos pasteles enviados directamente por parte de Clementine, todos los días sentadas en nuestro comedor.
Gente con cámaras viene a visitarme. Del capitolio o por parte del Distrito, a veces no los distingo. Gente de la escuela viene a verme, compañeros y maestros, pero nunca se quedan mucho tiempo. No hablo mucho.
Wiress y Beetee son los que más vienen a verme. Beetee me lleva libros para mantenerme entretenida, no tengo planes para regresar a la escuela así que es mi manera de seguir educándome. Wiress se queda conmigo y no habla demasiado tampoco, me gusta cuando viene a verme. Aún no conozco a Carina, mi otra vecina, pero dudo mucho que la anciana venga a verme: tiene miedo de salir de su propia casa.
Más que nada, me paso el tiempo en silencio. Mamá esperaba que llorara un poco, y a veces lo hago, pero prefiero estar en silencio.
—Solía ser una niña muy habladora. —dice Clementine en una ocasión, y aunque Beetee y mamá hacen una mueca al escuchar esas palabras, yo tengo que darle la razón. Solía ser esa niña, pero esa niña murió en la arena junto a Georgei, Willa, Cyrus y los demás.
SOFIA SPEAKS!
BOOM BOOM POW POW. Finalmente lo hicieron, la rompieron. A Siny y a mi tambien, porque ya me hicieron regresar a actualizar esto HAHA.
Y así termina la primera parte de la historia de Siny! Gracias a todos por seguir aquí leyendo, comentando y votando, aún cuando me tardaba demasiado en actualizar (jaja).
Les prometo que me voy a poner las pilas para la siguiente parte, yo se que ahorita esta el boom por parte de la nueva película entonces voy a tratar de aprovecharlo lo más que pueda jeje.
Los amo mucho, mucho, mucho, gracias por seguir aquí y por amar a Siny. No se olviden de estar al pendiente del siguiente libro, o si quieren pueden leer mis otros fics que tengo en mi perfil (que tambien voy a tratar de actualizar más seguido!).
Muchísimas gracias de nuevo, LOS AMO A TODOS!!!
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LIGHT YEARS ⸺ the hunger games
Fanfiction❛ we were but stones your light made us stars ❜ Siny Vitus tiene 15 años y una mente brillante. Gracias al duro trabajo en la fábrica, Siny ha desarrollado una inteligencia característica de casi todos los habitantes del distrito 3. Claro que esa ha...