❛ we were but stones your light made us stars ❜
Siny Vitus tiene 15 años y una mente brillante. Gracias al duro trabajo en la fábrica, Siny ha desarrollado una inteligencia característica de casi todos los habitantes del distrito 3. Claro que esa ha...
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capítulo xvi ;
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Me despierta un grito agudo de puro terror que se escucha demasiado cerca para mi gusto. Me pongo alerta en caso de que algo suceda pero nada pasa. Pasan unos segundos hasta que se escucha un cañonazo. Asomo la cabeza para asegurarme que no se trate de los profesionales cazando a algún inocente tributo, pero los minutos pasan y nadie aparece.
Desde la rama en la que estoy veo como una pinza metálica baja del suelo y recoge el cadaver del tributo que ha muerto. Me aferro bien al arbol pues el hecho de que haya sucedido tan cerca de mi me asusta. Aún no amanece y me quedo esperando, pero nadie más sale. Eso es bueno, supongo. A lo mejor aquel tributo no murio asesinado, pudo haber comido algo venenoso. Nota mental, no comer nada que no reconozca.
Después de comer un platano y una de las barras de proteína, decido bajar por más agua, pues me la he acabado. Además, planeo agarrar mas platanos para comer en los proximos días. Esta vida no me parece tan mal, solo tengo que estar alerta a todas horas. Una vez que termino de recolectar platanos, de llenar la botella y de poner las gotas de yodo, mi curiosidad me gana y decido investigar mis alrededores, con la mochila bien puesta en los hombros. No me alejare demasiado, además de que el solo ya empieza a salir así que estoy más alerta; solo quiero ver si hay algun rastro de alguien mas o si el tributo que murio dejo algo.
Luego de unos minutos me encuentro con la escena del crimen: un rastro de sangre, lodo y pisadas así como tambien una mochila un poco más grande que la mía. La examino bien, esta abierta pues esta completamente destrozada de enfrente. Saco las provisiones con rapidez, necesito irme de aqui cuanto antes, no me da buena vibra este lugar. Adentro hay unos guantes pegajosos que supongo son para trepar arboles, otra botella como la mia y mas yodo, otro paquete de nueces, una cobija bien doblada y unos visores extrañas. Nada de armas. Hecho todo lo que puedo en mi mochila pues no hay uso en llevarme la otra, pero la cobija no cabe y forcejeo al tratar de meterla.
Vuelvo a ver el lugar, hay algo peculiar en el suelo. Sigue siendo piedra cubierta de musgo y esta salpicado de sangre pero una mancha en particular llama mi atención: una huella de animal. Como la pisada de un gato, pero 5 veces más grande. Se me vuelca el estomago, al diablo la cobija, la hecho al piso y salgo corriendo de ahí, de vuelta a la seguridad del riachuelo. No se que clase de animal pudo haber sido aquel que acabo con facilidad con la vida de un tributo, pero no me quiero quedar a averiguar.
