Becky llegó al final de la escalera y se detuvo frente a la puerta cerrada de Freen. Aspiró con fuera el aire para armarse de valor y alzó la mano para llamar, pero la retiró a toda prisa cuando la puerta se abrió de golpe. Alzó la vista hacia el rostro de Freen y dio un paso hacia atrás. La luz de la vela iluminaba su dura expresión, y un escalofrío de miedo le recorrió la espina dorsal.
"¿Por qué has tardado tanto?", preguntó Freen dando un paso atrás para dejarla entrar, "Estaba a punto de ir a por ti".
Becky pasó por delante de ella y colocó cuidadosamente la jarra de vino sobre la mesa.
"Creí que tendrías sed y he ido a la despensa a por una jarra de vino".
Freen la observó con desconfianza, "Supongo que le habrás echado veneno", ¿Lo habría adivinado?
"¿Por qué iba a hacer algo tan estúpido mientras mantienes a mi hermana y a mi madre como rehenes?"
"Mm", dijo Freen mirando el vino con recelo, "¿Doy por hecho, entonces, que deseas esto tanto como yo?"
"Da por hecho lo que quieras".
Freen sirvió vino en dos copas y le tendió una a Becky, "Tú beberás también, por supuesto".
"Por supuesto", dijo Becky dando el primer sorbo... que fue muy pequeño. No tenía ningún sabor extraño, y se relajó.
Freen la observó durante un largo instante y luego bebió ávidamente de su propia copa, "Excelente. Francés, creo. Tu padre tenía buen gusto", con el siguiente sorbo vació la copa y la dejó sobre la mesa. Luego se giró hacia ella. Becky dejó su copa y se apartó.
"No puedo hacer esto. Me estás obligando a hacer algo que no quiero".
"Yo puedo hacer que quieras", dijo Freen con una convicción que provocó que le temblaran las piernas.
La expresión dura y firme de su rostro hizo que Becky fuera demasiado consciente de su propia vulnerabilidad.
"No te haré daño Becky. Te prometo que encontrarás placer entre mis brazos".
"No quiero ningún placer de ti".
"Tú no me odias. Puedo sentirlo".
Becky sacudió la cabeza, "No puede gustarme una inglesa. Va contra todo lo que es sagrado para mí".
"Dame tu mano Becky".
Al ver que ella se negaba, Freen le agarró el brazo y tiró de ella hacia la cama.
"Seré cuidadosa. No hay prisa, tenemos toda la noche".
Becky fue consciente de dos cosas, del susurro sibilino de las brasas en la habitación y del distante estruendo de un trueno. Y de algo más, el desnudo deseo que reflejaban los ojos de Freen.
"¿Quieres que te desvista Becky?"
La cabeza de la joven dio vueltas a toda prisa. "¡No! Yo... ¡Mi vino! Quiero bebérmelo".
"Bebe", dijo Freen cogiendo su copa y pasándosela.
"¡Espera! No quiero beber sola. Bebe conmigo".
Freen le lanzó una dura mirada y luego volvió a llenar su propia copa, "Si te complace lo haré, pero si confías en que me emborrache, olvídalo. No suelo beber en exceso, y menos en ocasiones especiales como esta".
Freen le puso la copa entre las manos y Becky le dio otro sorbo, satisfecha al ver que Freen había vaciado la suya de un largo trago. Temiendo beber más de lo que ya lo había hecho, Becky dejó caer deliberadamente la copa de entre sus manos. Se hizo añicos, tal y como ella pretendía, dejando una mancha sobre la alfombra.
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El sabor del deseo | Freenbecky G!P
FanfictionSU PRISIONERA, SU DESEO... Siguiendo las órdenes del rey, Freen Sarocha Chankimha, caballera del ejército inglés, llega a las Tierras Altas escocesas con el fin de evitar la boda que unirá a dos poderosos clanes contra la Corona de Inglaterra. Pero...