Becky estaba de pie al lado de la ventana, contemplando las estrellas que brillaban en el cielo. Cómo le gustaría ser todavía aquella niña pequeña que creía que si le pedía un deseo a una estrella se convertiría en realidad. Si los deseos se hicieran realidad, su querido padre y sus hermanos estarían vivos y Misterly seguiría perteneciendo a los Armstrong. Pero desear no servía para hacer milagros.
En cinco días se convertiría en la esposa de la Caballera Demonio, un pensamiento tan aterrador como excitante. Freen era una mujer única, polifacética y compleja. Sus hombres le obedecían sin rechistar. Era una mujer de ideas propias, lo suficientemente valerosa como para desafiar a su rey y fuerte para conservar lo que era suyo.
Freen la deseaba, pero no la amaba. Creía que el amor romántico era una debilidad. No se podía negar, sin embargo, que era una maestra en las artes amatorias, porque le costó muy poco esfuerzo por su parte conseguir que ella la deseara.
Frunció el ceño al considerar sus sentimientos hacia Freen. Ya no la odiaba. Se había dado cuenta de eso cuando no fue capaz de matarla por pedido de Non. Permitió que Freen le hiciera el amor aunque sabía que así estaba traicionando a los miembros de su clan. Sentía algo hacia ella. No, la amaba, y la culpa la estaba matando.
Incapaz de seguir soportando sus pensamientos, Becky se apartó de la ventana y retiró la colcha de la cama. La distrajo una llamada a la puerta. Saludó afectuosamente a Irin y la invitó a sentarse.
"No puedo quedarme Becky. Voy a pasar la noche con mi familia en el pueblo", aseguró Irin. "¿Necesitas algo antes de que me vaya?"
"Gracias, no necesito nada, ¿Song está acostada?"
"Duerme como un bebé", dijo Irin. "Y tu madre también", Irin le recolocó la colcha, parecía como si quisiera decir algo pero no supiera por dónde empezar.
Finalmente, Becky le preguntó, "¿Hay algo que quieras decirme Irin?"
Irin se sonrojó y se retorció las manos, "No sé por dónde empezar".
Becky le cogió las manos, "Empieza por el principio. Sé que Noey y tú se han acercado mucho, ¿Se trata de eso?"
"Creí que nadie se había dado cuenta", murmuró Irin.
Becky sonrió, "Es imposible no darse cuenta".
"Lady Noey es una buena mujer... para ser inglesa" se apresuró a añadir Irin.
"¿La amas?"
Irin dejó caer la mirada, "Sí. Lady Noey ha prometido que se casará conmigo".
"¿Y tú le crees?"
Irin alzó la cabeza de golpe, "¿Hay alguna razón por la que no debería?"
"Algunas personas prometen lo que sea con tal de llevarse a una mujer a la cama".
"¿Qué te prometió Lady Freen a ti cuando se acostó contigo?", replicó Irin con aspereza.
La expresión herida de Becky debió avergonzar a Irin, porque parecía horrorizada por las palabras que acababan de salir de su boca.
"Oh Becky, perdóname. Sé que tuviste pocas opciones en ese sentido. Pero vas a casarte con ella, y eso lo arregla todo".
Becky aspiró con fuerza el aire, "Te perdono".
Becky no se atrevió a preguntarle a Irin si se había entregado a Noey, porque no tenía derecho.
"No puedo decirte a quién amar, Irin. Sólo quiero que seas feliz".
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El sabor del deseo | Freenbecky G!P
FanfictionSU PRISIONERA, SU DESEO... Siguiendo las órdenes del rey, Freen Sarocha Chankimha, caballera del ejército inglés, llega a las Tierras Altas escocesas con el fin de evitar la boda que unirá a dos poderosos clanes contra la Corona de Inglaterra. Pero...